Las Cuotas y los Cuates: Roberto Mendoza

Roberto Mendoza

La oposición al PRI en los años 50, 60 y 70 era nula, tanto así que en el pináculo del poder presidencial López Portillo no tuvo rival oficial y el contrincante de izquierda Valentín Campa, quién supuestamente ganó un millón de votos, simplemente le fueron anulados. El mismo Portillo fue quien permitió a Jesús Reyes Heroles dar los primeros pasos para un pluripartidismo real.

Ya había voces disidentes dentro del PRI y esta apertura terminó por darle la oportunidad a esos priistas para que se unieran a líderes de izquierda y darse entre ellos una potencia que solos no alcanzarían nació el Frente Cardenista, después el PRD y ahora Morena. La idea priista era que a cada quien le tocara un pedazo, chico o mediano del gran pastel que es el presupuesto de la nación, a la izquierda radical no le gustaba eso, porque al aceptarlo veían que nunca podrían tener el poder total, así que poco a poco se negaron a participar en el sistema de “cuotas”, es decir, de aceptar el dinero y los puestos. Esto permitía que todos recibieran algo, pero obviamente quien repartía se quedaba siempre con la mayor parte.

¿Por qué los opositores están tan minimizados? Hace unos días Movimiento Ciudadano se enojó porque no era tomado en cuenta, simplemente era ignorado, Ivonne Ortega la coordinadora de los diputados federales, me dijo que en la JUCOPO el PRI votaba todo con Morena y el PAN “más o menos”. Esto pasa porque los partidos opositores están esperando su cuota, su parte en la repartición… no la van a tener o no como la esperan. “Me estoy portando bien, porque quiero algo el próximo año” me dijo un opositor. Se van a decepcionar. Esto es nuevo, Morena no es el PRI ni el PAN, los acuerdos que se hacían antes no son los de ahora, sí hay cuotas, pero para los amigos y los opositores son, en el mejor de los casos: “contrarios o adversarios”, no son cuates, son enemigos, acéptenlo. Y al enemigo, se le extermina.

Morena no va a darles jueces, ministros, magistrados o consejeros, tampoco les va a dar espacios, sólo están dispuestos a jugarse el futuro en las urnas, pero con sus nuevas reglas. Si la oposición no se espabila, el país terminará de nuevo, con candidatos únicos y sin opositores.