En la administración pública existe personal que es contratado sin una ‘plaza’ o una ‘base’ dentro de la administración
Raúl D. Lorea
En la administración pública existe personal que es contratado sin una ‘plaza’ o una ‘base’ dentro de la administración, es decir, que su contratación tiene un plazo fijo y, durante el tiempo que labore para su contratante, no gozará de las mismas prestaciones que quien sí tiene plaza.
Las contrataciones por honorarios se dan en los tres órdenes de Gobierno (federal, estatal y municipal), y afecta a un sector de burócratas que no notamos y sin embargo desempeñan sus funciones con ética y compromiso en ocasiones mayor que quien tiene la seguridad de una ‘base’.
Si usted ha trabajado bajo pagos por recibo de honorarios, seguramente se vio obligado a implementar una estrategia que le permita deducir la mayor cantidad de dinero, ya que los impuestos “nos comen” por tener mala administración, a pesar de seguir al pie de la letra las indicaciones de nuestros contadores.
A mí me llegó a pasar, en ocasiones cusndo no lograba facturar suficientes gastos de los que sí permiten deducir, se me iba casi el 40 por ciento del ingreso entre IVA e ISR, lo que afecta mucho a los ingresos personales.
Hoy, las contrataciones por honorarios son una estrategia administrativa para evitar el pago de las altas prestaciones que tienen en la burocracia, pero nadie se ha puesto a pensar en la inseguridad del trabajador, especialmente si no goza de un apadrinamiento político que asegure la renovación de sus contratos.
Muchos de esos contratos por la modalidad fiscal de honorarios tienen una vigencia establecida, y generalmente coinciden con los ciclos fiscales, debido a que en la administración pública mexicana los programas y proyectos se planean con temporalidades fiscales o políticas, en lugar de plazos vinculados al éxito o resultados obtenidos.
Es así como muchos trabajadores quedan ‘desprotegidos’ durante el plazo de renovación de sus contratos quedando virtualmente desempleados mientras llega el nuevo recurso o reinicia del programa para el que se les contrató.
Vale la pena replantear la planeación, ya que se pierde tiempo de acción de los programas y proyectos, y, lo más grave, la incertidumbre laboral afecta a muchos servidores públicos que han trabajado con ética, entrega y profesionalismo.