El especialista diseña un plan personalizado que incluye ejercicios físicos, cognitivos y sensoriales, con el fin de que el paciente desarrolle habilidades específicas o recupere las que ha perdido; y es útil para personas de todas las edades, desde niños con trastornos del desarrollo, adultos que han sufrido accidentes o enfermedades debilitantes, hasta personas mayores que buscan mantener su independencia.