“Ignorantia imperio non eximit nos obsequio” (La ignorancia de la norma no nos exime de su cumplimiento) máxima de nuestro derecho en donde queda claro que no se puede argumentar no conocer una norma como justificación ante su no cumplimiento.
Esta situación hoy resulta por demás insostenible ya que según estudios realizados desde la academia, existen más de ciento cincuenta mil disposiciones jurídicas vigentes que todo ciudadano del país y extranjeros deben de conocer y aplicar. Como parte de este exagerado grupo de normas positivas tenemos a las leyes federales, leyes estatales, leyes municipales, códigos federales, códigos estatales, códigos municipales, reglamentos, decretos, circulares, normas oficiales, miscelánea fiscal, tratados internacionales, tesis, jurisprudencias, incoterms y convenciones internacionales, entre otras más.
Es imposible conocer todo este marco jurídico y lo más paradójico es que se siguen creando más y más normas como si fuera esa la solución a los problemas actuales. México a nivel nacional es el país más legislado del mundo, entendiéndose como legislado a todo el cuerpo normativo existente.
Debemos repensar nuestro sistema jurídico a la luz de las nuevas tendencias internacionales, como es la llamada Teoría Tridimensional del Derecho en donde se analizan forzosamente las realidades de la ciencia jurídica validándose a través de la Sociología y la Filosofía, ello al tenor de que cualquier norma debe de tener un estudio previo de los fenómenos sociales actuales, revisándose constantemente desde una perspectiva sociológica cuando mucho una vez al año, evaluando su eficacia, contenido, aplicación y conocer si debe continuar vigente o se puede modificar o simplemente dejarla sin efecto al no darse los resultados esperados.
Tantas leyes ¿qué resultado han generado? ¿Hay menos delincuencia? ¿Menos pobreza? ¿Mayor seguridad y tranquilidad social? , si esto es afirmativo con estudios que deberían realizar las universidades a través de expertos (no políticos que maquillan cifras), vamos en el camino correcto y si no, hay que cambiar el rumbo del derecho.
Filosóficamente hablando debemos de conocer desde sus últimas y primeras causas, cual es el fin del derecho como la constante lucha por la igualdad, la justicia, la equidad y el bien común, dando nacimiento a nuevas corrientes ideológicas de los actuales sabios como Hart, Dworkin, Habermas, Raz, Perelman, Toulmin, MacCormick, Atienza, Alexy a la racionalidad, interpretación y argumentación jurídica. Hoy día no puede existir un sistema de derecho que no tenga argumentos sólidos para la gran lucha de la verdad.
Como académico y como ciudadano exhorto a nuestras autoridades a hacer los cambios que nuestro Estado y el país en general necesita. ¿Saben que era el derecho para San Agustín?, resumía todo en dos simples palabras: La Felicidad
Por: Sergio Arellano Rabiela
