Sergio Arellano/Asesor en Derechos Humanos
@siarellano5
¿Qué tal la primera puesta en escena? Podría comentar que los debates presidenciales en los últimos años han sido pragmáticos y con frases célebres que podemos recordar para la posteridad. Durante la evolución de este ejercicio democrático, hemos tenido grandes exponentes de la palabra como Diego Fernández de Cevallos y episodios burlescos como los de Jaime Rodríguez “El Bronco”, quien proponía cortarle la mano a los delincuentes.
Si hacemos memoria, estimada o estimado lector, los discursos en los tiempos del PRI eran invaluables como puede constatarse en la elocuencia de Adolfo López Mateos, quien hacía vibrar al pueblo durante sus reuniones en plazas públicas.
En esa lógica, hemos podido apreciar el contraste de ideas en la última década y ciertamente es una pena el nivel argumentativo y cultural de quienes pretenden representarnos. En esta primera parte del debate presidencial entre los candidatos: Jorge Álvarez Máynez, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, se tenían que tocar los temas de derechos humanos, referentes a la igualdad y no discriminación, así como el acceso a los servicios de salud. Me gustaría destacar el desconocimiento de las necesidades que distinguen a los grupos en situación de vulnerabilidad puesto que no se tuvieron planteamientos reales; lejos de ofrecer propuestas, se limitaron a las descalificaciones por cuestiones políticas.
Es una pena que la postulación para el cargo de titular del poder ejecutivo federal en nuestro país, sea motivo de memes, chismes y marketing sin valor. En lo personal, me mantengo optimista respecto al siguiente debate, esperando que verdaderamente cumpla su función por el bien de los mexicanos.