En esta semana pasada me sucedieron dos acontecimientos que pasan desapercibidos, pero que demuestran la forma de actuar de nuestra sociedad en la actualidad. Si bien son acontecimientos particulares quiero compartirlos con ustedes porque me llamaron la atención de
sobremanera.
El primero de los hechos me aconteció cuando el pasado miércoles al estar transitando por la Calle Real (hoy Avenida Juárez) y que es Patrimonio de la Humanidad, me di cuenta que un grupos de jóvenes, estaba colocando una enorme lona que anunciaba un espectáculo artístico en la ciudad, de entrada el hecho no tiene ninguna importancia ya que es común se hagan esas formas de propaganda, sin embargo, lo que me llamo la atención es que se colocó en uno de los edificios más antiguos de la mencionada avenida, con una historia importante no solamente para la ciudad sino para la república y que es uno de los elementos más sobresalientes de la arquitectura sanjuanense. En el mencionado edificio se hospedo el Emperador Maximiliano cuando recién llegado a México emprendió un recorrido para conocer lo que sería su frustrado imperio.
Pero bueno, así las cosas, la lona que comento fue colocada en una estructura y hacia que colgara directamente sobre la fachada, señal que no se midieron las proporciones de la misma. En conclusión era un daño tremendo a la imagen urbana del centro de la ciudad, que de por sí ya está dañada por tanta publicidad sin control, sin la conciencia de los ciudadanos que ahora han sacado incluso la “moda” de utilizar el mobiliario público como escaparate de papelitos pegados. Todo eso generando un gran daño al patrimonio de todos.
Por la tarde, utilizando una de las redes sociales, hice un comentario similar al anterior y agregue una foto de la mencionada lona colocada, más tarde en concluirlo que el responsable del evento, quien por cierto es un gran artista y amigo mío, me estaba respondiendo que al día siguiente sería retirada, argumentando que no quería ser también causante del daño al Centro Histórico, pero haciendo mención que también observara otras situaciones. De inmediato me comunique con él y le ofrecí una disculpa pero que esperaba que ojala nos ayudara a la conservación del edificio comentado.
Sin embargo en las redes sociales, el criterio de muchas personas fue de que no se retirara la lona, que no me metiera en situaciones que no me corresponden, bueno concluyeron que mejor me fijara en las promesas que hice en campaña (yo nunca he sido candidato por ningún partido político) y también recibí alguna mentada de madre. Ni modo a eso se expone uno, sin embargo mi amigo cumplió y al día siguiente fui testigo de cómo retiro la lona de inmueble dejando libre la bella fachada que da realce al patrimonio de los sanjuanenses y de los queretanos. Ojalá que lejano de actitudes de intolerancia, de mentadas de madre, de inventos y de otras situaciones, mejor lleguemos a acuerdos y a diálogos como sucedió en la realidad y podamos solucionar situaciones que a todos los apremian.
La segunda situación es más agradable, y fue la bienvenida en la ciudad de Santiago de Querétaro de la Virgen del Pueblito el pasado viernes, nunca había asistido a tan gran experiencia, donde se desborda la fe de un pueblo y la devoción de varias generaciones. Era impresionante la cantidad de gente que acompañaba a la imagen de la reina de Querétaro, pero sobretodo me llamó la atención ese respeto que todavía existe por lo sagrado y por la devoción de un pueblo que data de hace siglos. Sobre todo ahora que se piensa de manera diversa o que a veces ni se piensa y se cae en comentarios o situaciones que vemos a través de los medios de comunicación y que nunca se comprueban o salen fuera de una realidad.
Felicidades a los habitantes de la ciudad capital de nuestro Estado y a los habitantes de El Pueblito, por conservar tan arraigadas sus tradiciones y hacernos patentes de esa herencia que se ha trasmitido por generaciones. Con esto compruebo la diversidad de pensamiento que tiene la sociedad queretana actual.