Para desplazarse, 70 por ciento de la población queretana utiliza el transporte público (según estadísticas de la Secretaría de Movilidad municipal de Querétaro). Con ello es comprensible la imperiosa necesidad de un transporte adecuado. Desde la pasada administración estatal se intentó modificar el sistema de transporte colectivo cayendo en el caótico RedQ que, de 2014 a 2016, poco aportó a la solución de la problemática.
El tema es muy complejo y digno de un estudio multidisciplinario. No solo es mover rutas y cambiar camiones; es estudiar la movilidad urbana, que implica todos los factores que inciden en el tema, tales como tránsito, vialidad, infraestructura vial, infraestructura peatonal, características geográficas, dinamismo, horarios, propuestas multimodales, normativa municipal y estatal, cultura cívica y la más importante, comunicación social.
Ahí está el punto clave para ayudar a la población a conocer los nuevos esquemas, rutas y cambios. Definitivamente, un proyecto que no se divulga y promueve con la sociedad estará destinado a ser blanco de críticas severas y molestia por parte de la ciudadanía.
Es importante reconocer el esfuerzo que se realiza al dar el primero de muchos pasos para lograr un transporte adecuado a nuestra ciudad; sin embargo, el proceso será lento e incómodo para todos, pues se trata de cambiar nuestra cultura, nuestra forma de ver la movilidad, priorizando como siempre al peatón.
Qrobús inició. Aplaudo que lo hayan pintado mayoritariamente blanco, pues estamos hartos de la imposición de colores partidistas en proyectos y obras. Agradezco el esfuerzo de la compra que no fue nada fácil lograr y que tienen el voto de confianza a pesar de ser una marca desconocida en México.
Existen ya dos ejes del nuevo transporte que ya recorren una parte de la ciudad. Se ha anunciado que pronto iniciará la construcción de más ejes, por lo que nuevamente Querétaro estará en obra. Como dijo aquel locutor de radio, “¿cuándo lo acaban de construir?”.
Seamos pacientes, pongamos de nuestra parte y confiemos en que se toma la decisión basada en análisis técnicos y no políticos, con verdaderas intenciones de que contemos con el transporte colectivo que Querétaro se merece.
