Mi querido nuevo amigo, hoy te saludo con gusto, aunque aún no te conozca. Me han platicado de ti y te espero con ilusión. Sé que nacerás el 1 de enero y que únicamente vivirás 365 días. También sé que cuentas con cuatro estaciones y cada una de ellas trae variedad, conexión, seguridad y significado a nuestras existencias.
Supe que traes una libreta en blanco, para que cada uno de nosotros/as escribamos lo que vayamos generando, accionando y/o decidiendo en el camino.
Estimado 2018, hoy quiero compartirte que los seres humanos te damos en conciencia la bienvenida, pues nos alegra tu llegada, y estamos expectantes porque representas una nueva oportunidad de accionar, crear con ilusión y la posibilidad de generar cambios con seguridad, temor (a veces) y certeza.
Deseo que nosotros/as, para el siguiente año, comprendamos el gran detalle, la necesidad de trabajar en equipo por la sencilla razón de vivir en este mundo globalizado, integral y sustentable.
Algunas veces somos tan ignorantes que competimos entre nosotros mismos, creyendo que nuestra nación es más inteligente, poderosa o merecedora de gobernar al de junto.
Estimado lector, son tiempos de balance, de agradecimiento y de reflexión. Para poder agradecer, hay que observar lo que te rodea, lo que tienes y lo que has aprendido conectado/a al tiempo presente, en el hoy, aquí y ahora.
Este año no puede pasar desapercibido, fue de mucha incertidumbre política (internacional), de posibles bombardeos nucleares, de construcción y reforzamiento de muros (que aumentan la división política y cultural), de replanteamiento del TLC, de gasolinazos, y desaparición de muchas pymes, que no pudieron soportar la oleada del dólar. ¿En qué momento se nos olvidó que el enemigo no es el prójimo? ¿Recuerdas que alguien en la historia nos vino a decir que .. “nos amemos los unos a los otro/as?”.
Pues recuérdenselo a Trump, y a la ONU. Díganle que juntos somos más poderosos cuando sumamos y complementamos nuestras competencias.
Recuérdenle a los representantes internacionales (nuestros presidentes) que el ego es sordo y la humildad escucha siempre con disposición de servicio.