Jorge Carrión
A finales del año pasado, se inauguró en Helsinki la biblioteca Oodi, que fue recibida por los medios de todo el mundo como la biblioteca del futuro. Se trata de un edificio impresionante, diseñado por el estudio de arquitectos ALA y que alberga una de esas mediatecas que se han impuesto en los cinco continentes como la respuesta más adecuada a la pregunta que atormenta a los políticos culturales: ¿cómo podemos lograr que los ciudadanos sigan acudiendo a espacios librescos, compartidos y públicos?
Aunque posea una colección de 100 mil libros y zonas de lectura en silencio, en Oodi se privilegian los ámbitos de formación, conversación y encuentro: cafetería, sala de proyecciones, zona familiar, restaurante, aulas de tamaños diversos y espacios de reunión informal. Su ícono es el Balcón de los Ciudadanos, una gran terraza con mesas y sillas y unas espectaculares vistas de la metrópolis.
Todas esas características de la Biblioteca Central de Helsinki fueron decididas democráticamente. Incluso el presupuesto, que fue participativo, o el nombre, que significa ‘oda’.
Pero nada de todo ello hubiera sido noticia global si la nueva biblioteca no estuviera en Finlandia y si no fuera tremendamente icónica, porque los países nórdicos son sinónimo –incluso en estos tiempos de deportaciones y xenofobia institucional– de innovación pedagógica y social, y el edificio que acoge esa supuesta vanguardia es hermoso y fotogénico.
Como las listas de las mejores librerías del mundo, las de bibliotecas acostumbran a confundir la espectacularidad con la excelencia. La arquitectura física la puede pagar el dinero, pero es más difícil comprar la estructura emocional. Las mejores bibliotecas del mundo tal vez no estén alojadas en edificios impactantes, no tengan impresoras 3D ni aparezcan en los telediarios; pero sin duda están haciendo un trabajo por sus comunidades comparable o mejor que el de las bibliotecas nórdicas. No apuestan por la arquitectura millonaria, sino por los sistemas de lectura; esto es: los lectores.
The New York Times