Este insospechado regreso a clases presenta retos importantes para todos: maestras y maestros, niñas y niños, jóvenes y padres de familia
Gerardo Ángeles
Estamos a unos días de que inicie el nuevo ciclo escolar. Seguro que muchos de nosotros no esperábamos que fuera a ser “en línea”, igual que como terminó el ciclo anterior, debido a la pandemia.
Este insospechado regreso a clases presenta retos importantes para todos: maestras y maestros, niñas y niños, jóvenes y padres de familia. La nueva normalidad invita a crear un mundo distinto dentro de casa, porque ahora desde ahí se estará estudiando, y muchos padres y madres también están ahí trabajando. Se trata de un nuevo escenario de convivencia, que nos obliga a hacer ajustes, para que todos podamos realizar nuestras actividades diarias de la mejor manera, en un ambiente que sea saludable y armonioso.
No es fácil. Pero debemos pensar que aunque muchas cosas hayan cambiado, la vida no se detiene, solamente ha dado un giro para transformar la forma en que veníamos realizando nuestras actividades: la forma de trabajar, de estudiar, de convivir, de cuidar, hasta de mostrar afecto. Y no podemos paralizarnos pensando que mañana esto va a terminar y que entonces podremos volver a nuestra vida. La nueva normalidad llegó para quedarse por algún tiempo.
En cambio, podemos pensar que esta situación nos deja enseñanzas valiosas, que en un futuro nos permitirán valorar lo que tuvimos, lo que tenemos y aquello que podemos aún construir. Nos ha permitido reflexionar sobre las cosas verdaderamente importantes en la vida, y entender que en muchas ocasiones le damos importancia a cosas que no la tienen, y perdemos de vista aquellas que realmente nos hacen mejores seres humanos.
Ayer un amigo me comentaba que el 2020 para él es un año perdido. Yo prefiero pensar que no. Estoy seguro de que a pesar de todo, este año es una oportunidad de atesorar experiencias, de hacer frente a la adversidad y adquirir fortalezas, que nos permitan más adelante enfrentar los problemas con valentía y con una mejor perspectiva. Diría mi prima Moni: “es lo que hay”, así que cuidémonos y a darle para adelante. Esto nos tocó vivir: superémoslo juntos.
MT