Hugo Lora
Este fin de semana se comenzó a escribir la historia de quién podría ser la candidata o candidato por el partido oficial a la presidencia de la república. El partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) entre sábado y domingo congregó, según sus datos, a casi 3 millones de mexicanos en las 32 entidades federativas para elegir a 3,000 coordinadores distritales que después se convertirán en congresistas estatales y nacionales o consejeros estatales en el mes de agosto y septiembre. A su vez estos congresistas, consejeras y consejeros serán los encargados de definir el método de elección de candidatos rumbo a la campaña presidencial de 2024.
¿Cuáles fueron las generalidades de dicho proceso? Por lo que se pudo ver en las redes sociales y medios de comunicación hubo mucha violencia y falta de unidad. En estados como Chiapas, Michoacán, Oaxaca, Veracruz y Guerrero hubo denuncias de violencia física, amenazas y quema de boletas y urnas. Líderes tan relevantes para MORENA como Ricardo Monreal y algunos de sus fundadores no participaron en la elección debido a que muchos militantes fueron excluidos del proceso en general.
Estas dos particularidades no auguran un buen desempeño interno frente a varios de los retos que vienen de frente para el panorama político del país: elecciones estatales de Coahuila y el Estado de México en junio del 2023; el inicio del proceso electoral federal de 2024; y la elección del próximo presidente de los Estados Unidos Mexicanos. No podemos negar la fuerza política de dicho partido, pero parece que esta se encuentra proporcionalmente relacionada con su desorganización y falta de unidad.