Raúl D. Lorea
@ArqLorea
Antier se anunció que estamos a pocos días de que se inicien los trabajos mayores en la avenida 5 de Febrero (5F), lo que generará una transformación urbana sin precedentes sobre la vialidad más transitada de la zona metropolitana de la ciudad de Querétaro.
Como ya lo he mencionado con anterioridad, una obra pública, del tamaño que sea, no es solución única y contundente para mejorar la movilidad urbana. Sin embargo, es un paso muy necesario para cambiar la cultura vial, pues la misma infraestructura será promotora y garantía de que las personas puedan desplazarse de forma segura, principalmente a pie, en camión o en bicicleta.
Tras un recorrido que hice con el arquitecto Roberto García de la Comisión de Arquitectos en materia de Urbanismo y Movilidad, del Colegio de Arquitectos del Estado de Querétaro, detectamos que las vías alternas propuestas por la autoridad no tendrán la capacidad de tránsito que hoy tiene la 5F.
Principalmente, el sector poniente de la ciudad (delegación Felipe Carrillo Puerto y Félix Osores) carecen de opciones para desplazarse en dirección norte o sur, evitando la 5F, y será necesario implementar estrategias adicionales para compartir automóviles, diferir horarios de carga/descarga, desviar tránsito ‘de paso’ e incrementar la frecuencia de transporte público para minorizar las afectaciones en tiempos de traslado.
Será necesario poner mucho de nuestra parte (sociedad, academia, iniciativa privada y Gobierno) para hacer llevadero tan gran proyecto que se perfila como un parteaguas en materia de movilidad.