Hugo Lora
En el mundo de paracaidismo, el paracaídas de emergencia o reserva es una parte fundamental del equipo, porque existe siempre la posibilidad de que el primero se enrede o no funcione y todo parece indicar que el partido oficial aplicó esta estrategia en el ámbito legislativo.
Después de la ya cantada acción de inconstitucionalidad que se promoverá por parte del Partido Acción Nacional (PAN), el partido del presidente de la República, a través del Partido Revolucionario Institucional (PRI), está buscando permitir la presencia de las Fuerzas Armadas en las tareas de seguridad pública hasta el 30 de marzo de 2029, lo cual amplía el plazo de cinco a nueve años. La primera votación se dio el pasado miércoles en la Cámara de Diputados, en donde por 335 votos a favor, 152 en contra y una abstención se aprobó el dictamen que reforma el artículo 5 transitorio del decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Aunque parece trabalenguas, esto tiene muchas implicaciones en temas de seguridad. En pocas palabras, el presidente podrá disponer de las Fuerzas Armadas en materia de seguridad pública en lo que la Guardia Nacional desarrolla su estructura.
El día de hoy se dará lugar a la discusión en el Senado de la República y se espera una votación en extremo cerrada. Con la fragmentación del PRI y con el escándalo que desató la propuesta de esta reforma, es muy difícil saber cuáles legisladores se irán del lado del partido oficial y cuáles se mantendrán en el bloque de contención constitucional que hoy representan el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Estemos pendientes del voto de cada uno de nuestros legisladores para después poder hacerlos responsables de las decisiones que tomaron, para bien o para mal.