Enrique Álvarez
En el futbol hay cosas básicas, una de ellas es que el más talentoso no esté libre. Pues, Messi, recibió sin marca afuera del área azteca y pasó lo que tenía que pasar si dejas libre al mejor del mundo.
Como el concepto aparentemente no está claro, se repitió. Dejaron sin marca a Messi en un tiro de esquina, y cuando reaccionan se mueve la marca y Leo asiste a Enzo Fernández que define como artista.
La selección mexicana tenía muy claro el guion a seguir, pero no lo siguió. Ahora va a la última jornada de la primer ronda obligado a ganar. En papel no se ve tan difícil. En la práctica se ve muy complicado.
En las últimas ocho copas del mundo, donde México siempre avanzó a la segunda ronda, la selección anotó en sus primeros tres partidos por lo menos tres goles. En esta edición, aún no anotamos. Y no se ve como. Los dos mexicanos que mayor porcentaje de gol tienen en la actualidad están viendo el mundial desde su casa y dos de los tres centros delanteros que eligió nuestro técnico vienen saliendo de lesiones que los tienen fuera de ritmo.
No pretendo decir que tengo más conocimientos que el técnico mexicano. Eso sería absurdo. Lo que sí pretendo decir es que las estadísticas CASI siempre son tendencia e indican el futuro. Y las estadísticas no favorecen al tricolor.
Es obligatorio hacer lo que no se ha hecho en los dos partidos anteriores, es obligatorio reaccionar, pero el ‘Tata’ Martino no hizo que el ‘tri’ reaccionara en la final de la mas reciente Copa de Oro. Tampoco lo hizo en la final de la Nations League 2021 y menos lo hizo en partidos menos trascendentes en juegos eliminatorios contra Canadá.
Lo reitero. Las estadísticas no nos favorecen. Lo que nos queda a los mexicanos es invocar la fiereza de Huitzilopochtli.