Juan Carlos Sámano/El Segundo Aviso
Una gran expectación despertó este pasado fin de semana la ya tradicional “Corrida de Resurrección” en el coso Maestrante del barrio del Baratillo en Sevilla. Bella ciudad donde se respira arte, temple y buen toreo, y donde se remató un cartel acorde a la ocasión en donde Morante de la Puebla, “El Juli” y Roca Rey lidiaron un encierro de la ganadería de Don Joaquín Núñez del Cuvillo. Tarde de “no hay billetes”, y por otro lado, aficionados de todo el mundo queriendo abonarse a la señal de Mundo Toro a fin de no perderse tan importante tarde.
Dos detalles dieron al traste con la expectación levantada, el primero y sin duda más importante, el escaso juego que dieron los astados de Núñez del Cuvillo. Ganadería fundada en 1982 y que goza de buen prestigio, en donde predomina sangre del Marqués de Domeq y Osborne con algo de Torrestrella, Jandilla y Juan Pedro Domeq Solís. Sin embargo, este prestigio no estuvo a la altura, ya que saltaron al albero Maestrante un encierro falto de fuerza, clase y en ocasiones hasta faltos de casta. A Morante solo se le pudo ver en su primero con unos bellos y templados lances con el capote, suficientes para sentir y disfrutar ese toreo “eterno” del de la Puebla del Rio. Julián convertido en un verdadero “Maestro” desde hace 25 años, entendiendo y dando la lidia adecuada a cada toro, se topó con un lote complicado, pero aún así tuvo grandes destellos de técnica y bien torear. Ante ello, le fueron otorgados dos apéndices, al igual que hace 25 años cuando tomó la alternativa en Nimes Francia. El Peruano Roca Rey convertido en un verdadero “Imán de taquilla” no decepcionó a la concurrencia, mostrando ese toreo de cercanías, de terrenos complicados, con una técnica y conocimiento del toreo que día a día va en aumento. Sin embargo, su lote no terminó de romper y nos quedamos con las ganas ver su tauromaquia a plenitud.
El segundo detalle estuvo a cargo de la novel empresa Mundo Toro, encargada de retransmitir las corridas actualmente, y quien por problemas técnicos, dejó a bastantes abonados sin poder ver la transmisión, y a otros tantos, con una transmisión incompleta y cortada. Mal debut de esta empresa, ya que en una tarde tan importante no podía, ni debía permitirse ese tipo de errores. En fin, esperemos que para lo que sigue, tanto en Sevilla como en Madrid, los encierros den un mejor juego y la transmisión esté a la altura por el bien de la fiesta y del aficionado.