Juan Carlos Sámano/El segundo aviso
Sin duda alguna el tema principal en los medios taurinos ha sido lo sucedido en la 2ª. Sala del Máximo Tribunal donde se revoca la suspensión definitiva impuesta desde mayo del 2022 por el Juez 1º en Materia Administrativa en el que se prohibían las corridas de toros en el coso más grande de América, La Monumental Plaza México. Dicho amparo, fue promovido en su momento por la asociación Justicia Justa, argumentando que los espectadores disfrutaban con la tortura y sufrimiento de los animales.
La citada revocación fue promovida en base a fundamentos claves como la afectación a los derechos legales de las empresas y personas que se dedican a este tipo de espectáculos. ¿Y ahora que sigue? Los primeros en manifestarse fueron los llamados “empresarios de tendido”, que sin poner en riesgo sus dineros, opinaban sobre que toreros y ganaderías deberían de ser acartelados a la brevedad posible. Sin embargo, y afortunadamente, la empresa de La México emitió comunicado indicando que todavía había cosas que arreglar y que las tan esperadas corridas de temporada tardarían un poco en ser anunciadas.
Lo que sí es un hecho, es que la Empresa tendrá mucho trabajo por delante, ya que se deberá de demostrar lo que mucho se ha cacaraqueado, que la “fiesta está viva”, y eso se dejará en claro montando carteles con ganaderías que presenten toros con bravura y enrazados, toreros dispuestos a jugársela en cada tarde y tanto aficionados como espectadores llenando los tendidos. Materia prima la hay para que se pudiera montar una breve, pero relevante temporada, y sobre todo, la corrida de aniversario. Bien se podría echar mano de las despedidas de Pablo Hermoso de Mendoza y Enrique Ponce, y por qué no, un posible regreso de José Tomás, acompañados de los espadas Mexicanos que al momento estén pasando por un mejor momento.
No nos queda más que esperar y en su momento coadyuvar en lo que nos toca que es apoyar y asistir a los citados festejos, pero ojo, la gran responsabilidad está del lado de empresarios, ganaderos y toreros, responsabilidad basada en la ética y ganas de que la fiesta de los toros continúe por muchos años más. Y para concluir, retomo las palabras de Francis Wolf, en donde comenta que la fiesta podría tener dos tipos de muerte, la lenta y la rápida. La rápida sería en base a una decisión legal, y la lenta, producto del desinterés de los aficionados.