Iván Torres/Rotaciones
El futbol inglés hace mucho tenía la fama de ser un fútbol aéreo, tiro centro desde las bandas y remates espectaculares de cabeza. Sin embargo han ido cambiado y más bien las tendencias del futbol mundial los ha contagiado con un desarrollo en el campo de juego cerrado, espacios reducidos, a veces se juega a defenderse a destruir y no construir, la estatura de sus defensores promedia los 1.9 metros.
Pero así les gusta a los ingleses, hoy los equipos en el mundo reflejan mucho de lo que es su entorno, de lo que les rodea, su identidad lo retoman del estilo de sus calles aledañas, le daré un ejemplo de un equipo que muestra mucho de lo que se vive cerca de campo de juego.
El Chelsea FC, equipo inglés que juega en el distrito de Fulham, teniendo como sede un vetusto pero romántico estadio que lleva el nombre de Stamford Bridge, cerca del Río Támesis, si gente aporta un importante porcentaje del Producto Interno Bruto, amables, respetuosos de sus estandartes. Así se ve en sus monumentos en Chelsea Harbour o en el Museo Nacional de Armada.
Al interior de su estadio se pueden ver los homenajes a jugadores emblemáticos, Drogba a quien le apodan el “Legendario”,o a Gianfranco Zola a quien le recuerdan como el “ pequeño mago”. Es equipo gana identidad autonombrándose como el orgullo de Londres.
El corazón azul real y verdadero, es otro adjetivo que identifica al aficionado que a su vez aplaude cada jugada dentro del campo en un reconocimiento legítimo del esfuerzo de cada jugador o del equipo completo.
A pesar de las derrotas, tanto jugadores como público, se intercambian aplausos para reconocer su esfuerzo mutuo. Ojalá que esto y a nuestro modo, los Gallos, nuestros Gallos, jueguen y tengan un club y un equipo que transporte en cada jugada o estilo de juego lo que significa nuestro acueducto, nuestros mausoleos, nuestros barrios. Jueguen a lo que sabe y vive Querétaro, tal como es el barrio de Chelsea.