La ciudad está considerada como el hábitat humano por excelencia, también es un sistema de sistemas con una complejidad considerable que se caracteriza por su mutabilidad y cambio constante. Cuando en la ciudad-sistema ocurre un cambio, todas las partes o elementos que la constituyen se ven afectadas en mayor o menor medida, y pueden generar patrones de comportamiento medianamente previsibles.
La ciudad-sistema se adapta, se ajusta y se modifica según las circunstancias del entorno, llevándose a cabo funciones para auto-regularse y para cumplir propósitos de mantenimiento e impedimento de fallos. Sin embargo, las crisis en las ciudades son inevitables ya que no son sistemas perfectamente controlables ni predecibles sino muchas veces espontáneos y vulnerables.
La resiliencia es un concepto que, al igual que en áreas como la psicología o la ecología, alude a la habilidad de un sistema para sobreponerse al shock o caos y continuar adaptándose, funcionando de manera flexible, cambiante y mejorando de frente a los nuevos contextos que el mismo cambio plantea.
La resiliencia urbana, en este contexto, es la capacidad o habilidad de cualquier sistema urbano de mantener la continuidad y funcionalidad cuando suceden los periodos de estrés y crisis, en la que se desarrollan modos de adaptación positivos dirigidos hacia la sustentabilidad.
Por ello, la resiliencia urbana puede ser pensada de frente a catástrofes naturales (terremotos, inundaciones, etc.), movilidad humana (migraciones inminentes por guerras o desastres humanitarios), ciber-ataques y otro tipo de sucesos como la pandemia por COVID-19 que requieren gran capacidad del sistema para sobreponerse al estrés de la transformación. La rápida urbanización que viven los habitantes de las ciudades y la inestabilidad política, entre otros factores, también lleva a las ciudades a complejizar sus herramientas para adaptarse y mirar hacia la sostenibilidad.
Romy Rojas Garrido.
Arquitecta queretana, egresada del ITESM Campus Querétaro, es presidenta del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano de México (CONARED), además lidera la empresa Urban Linked Culture “ULC” que fundó en 2013.
Es Maestra en Desarrollo Urbano y Vivienda en países en vías de Desarrollo por la Universidad de McGill, en la ciudad de Montreal, Canadá y Maestra en Valuación Inmobiliaria e Industrial por el Instituto Tecnológico de la Construcción.
En los últimos 10 años se desempeñó en el servicio público en el Gobierno del Estado de Querétaro, y fue la primera mujer Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas en la administración 2015-2021. Además de ser la primera presidenta de la Red de Secretarios de Desarrollo Urbano de México (REDSEDUM).