Raúl D. Lorea
@ArqLorea
Tras la reactivación de la economía postpandémica, la construcción tuvo un repunte importante durante lo que va del 2023. De acuerdo con declaraciones del titular de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, la industria en general es el rubro que está impulsando a la construcción.
Para enero de 2023, la obra privada representó el 85.7% del valor generado por las empresas constructoras afiliadas a la CMIC, dejando el 14.3% restante a los proyectos relacionados con el sector público.
Al haber una economía estable y activa, también crecerá la autoconstrucción, fenómeno del que ya platicamos en este espacio, mediante el cual, cada propietario o habitante de sus viviendas, decide ampliarlas por sus medios sin la guía o asesoría de un profesional.
Este fenómeno requerirá de mucha atención por parte de profesionistas y autoridades, dado que, en algunos casos se construye fuera de toda norma técnica y jurídica (como el adefesio verde) que no sólo pone en riesgo a sus habitantes, sino también a las personas que viven en las construcciones aledañas, mientras que, por otra parte, dañan la imagen urbana del Centro Histórico de Querétaro, mismo que requiere especial atención para conservar su nombramiento como Patrimonio Histórico de la Humanidad.
Por otra parte, al hacer autoconstrucción se descuidan criterios bioclimáticos tales como el tipo de materiales empleados, la orientación de las ventanas para el mejor aprovechamiento de iluminación y ventilación natural, etc.
Nos tocará a las y los arquitectos, buscar la manera de contribuir a una mejor ciudad, desde la individualidad de la vivienda unifamiliar, procurando que la autoconstrucción tenga una asesoría profesional sin mermar los bolsillos de sus propietarios.