Juan Carlos Sámano/El segundo aviso
Las fiestas de San Fermín, recientemente terminadas, dan tema para reflexionar en cuanto a la importancia de estas fechas en la preservación y difusión de la Tauromaquia a nivel mundial. Siendo muy honestos, solamente San Isidro y la Feria de Sevilla, son las que más aportan ese toque de relevancia a la fiesta de los toros a través de la importancia y seriedad con que presentan sus respectivas temporadas.
Sin embargo, Pamplona, o la llamada “Feria del Toro”, también aporta una gran difusión a este tema, tanto en lo nacional como en lo internacional. Por alrededor de 7 días, Pamplona se transforma en la ciudad sobre la que gira todo el interés taurino, primero por la expectación que levanta el ver correr los “encierros”, y por la tarde, los carteles bien rematados, que tienen como eje principal al toro de lidia. Este año no fue la excepción, encierros bien presentados que hicieron el recorrido verdaderamente en tiempos record, producto del “antiderrapante” aplicado sobre el piso y lo bien preparado que estaba el ganado, quitaron un poco de riesgo a los valientes mozos. Esta fue una de las quejas escuchadas departe de los corredores, no hubo ese toque de peligro, característico de este evento, y simplemente se dedicaron a correr por las diferentes calles sin más emoción que correr al lado de los toros.
Llenos impresionantes las 7 tardes, llenos sin importar quienes eran los diestros o que toros se iban a lidiar. La necesidad de conseguir un boleto, tanto por parte de turistas como de aficionados, rebasaron la expectativa de la Casa de la Misericordia. Tumultos en hoteles, bares y restaurantes hicieron que por estos 7 días, esta ciudad se convirtiera en la capital mundial del toreo. Pamplona vive la fiesta de los toros a su manera, cantando, bebiendo y comiendo en los tendidos mientras el torero arriesga su vida o corriendo los encierros sin importarles los riesgos que ello conlleva, pero todo enfocado en preservar esa tradición cultural que cada día es más y más conocida en el mundo en general, no solo en el taurino.