Iván Torres/Rotaciones
Tigres y América fueron los equipos que mayor regularidad tuvieron en el presente torneo. Entiendo también que, hombre por hombre, son los que destacan por tener las mejores alineaciones de los 18 equipos. Sus números casi fueron parejos, de lo mejor en ataque y defensa; en fin, equilibrados en cada departamento.
Los pronósticos dan por favorito al América; sin embargo, durante la liguilla enfrentó rivales más débiles que los que encontraron los felinos en el camino. Sí vimos una versión poderosa de las Águilas en semifinales ante San Luis, en el primer partido, pero muy criticado en su juego de vuelta al permitir que el rival hiciera algo por acortar la ventaja y América cuidó mucho su condición de cara a la final.
En tanto, Tigres tuvo a un Pumas de rival que no se cansó de pelear aunque las armas no estaban a la altura. Por momentos, los capitalinos quisieron competir, pero la verdad es que, cuando los regios establecieron su plan de juego de manera firme, superaron por mucho en ataque, en defensa y en calidad.
Habrá que esperar el inicio de esta serie final para entender quién pudiera llevarse el campeonato del Apertura 2023. Hay calidad entre ambos equipos y, en estos casos, las individualidades suelen definir los partidos. Hay buenos porteros en ambos lados, buenos mediocampistas de un lado y otro, y la clave estará en la zona de definición. Salvo una pieza clave que América no tiene y Tigres sí… se llama Francisco Sebastián Córdova.
El jugador de 26 años ya fue clave en la final anterior ante Chivas y apareció poco en la semifinal, pero fue determinante con sus asistencias. Podría exagerar, pero para mí es el nuevo Cuauhtémoc Blanco del futbol mexicano. Ojo.
