Raúl D. Lorea
Iniciamos el año 2024 con un hecho violento en el Centro Histórico donde, lamentablemente, fue asesinada una persona a manos de un delincuente. Yo aún no superaba la muerte por atropellamiento de una persona que caminaba tranquilamente con sus 3 hijos en la esquina de Av Universidad y Av. Tecnológico, ocurrida en diciembre de 2023. Estos hechos aparentemente aislados, se suman a las trágicas muertes por violencia vial “involuntaria” que han acabado con la vida o dañado patrimonio público y privado.
Estamos viendo hechos de violencia con mayor frecuencia, situaciones que si bien son diferentes y obedecen a contextos distintos, se han vuelto repetitivas y nos hacen cuestionar uno de los temas más olvidados por las autoridades desde hace muchos años: la salud mental de las y los queretanos.
Si bien siempre se ha señalado la necesidad de contar con un hospital psiquiátrico, la pandemia nos hizo ver que en verdad la salud mental necesita que se le dé prioridad por parte de las autoridades, y ahora, con el intenso tráfico, también hemos visto incidentes que demandan atención psicológica, sin olvidar también los intentos de suicidio.
Querétaro necesita tomar conciencia de la importancia de la salud mental y mes a mes se vuelve un tema imperativo a atender, con la enorme inversión que se ha hecho en seguridad pública como referente, es momento de tomar en cuenta la salud mental, construir un hospital psiquiátrico público y retomar el camino en beneficio de las y los queretanos.