Los Blanchet/Caldo de Cultivo
El pasado lunes 26 tuvimos el gusto de asistir a la toma de compromiso de la presidenta entrante de Coparmex Querétaro, Bety Hernández quien, arropada por sus compañeros, consejeros locales y nacionales, el sector empresarial y las autoridades del Estado, tomó la batuta y el encargo de continuar la labor de sus antecesores para llevar a Coparmex Querétaro al siguiente nivel. El invitado de honor, el gobernador Mauricio Kuri, quien fuera miembro y ocupara ese mismo cargo años atrás, manifestó a Bety su apoyo a través de un video en el que también se disculpó por no asistir al evento, ya que se encontraría en la CDMX en una misión muy importante para el Estado y que en breve anunciaría, dejándonos a todos en ascuas sobre cual sería esa misteriosa misión o negociación tan relevante.
Horas después, en medios nacionales, se daba a conocer el motivo de la presencia del gobernador en la capital del país: el anuncio conjunto con Shannon Kellogg, vicepresidente de políticas públicas para América de Amazon Web Services acerca de la mega inversión que el gigante norteamericano realizará en Querétaro por 5 mil millones de dólares, como monto inicial, -cantidad aún mayor que el mismísimo Elon Musk y Tesla prometieron para Nuevo León-, y que se ejercerá en los próximos 15 años, iniciando operaciones en 2025.
Valió la pena. Kuri continúa apostando a la generación de empleos bien remunerados como única forma eficaz de combatir la pobreza. En el rubro de seguridad y justicia, también en días pasados, inauguró el nuevo complejo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Policía Estatal de Querétaro, con un costo de 810 millones de pesos y digno de película de la Liga de la Justicia, así como la nueva sede de Justicia del Estado en Centro Sur. Finalmente, y por si esto fuera poco, inauguró también el flamante planetario en el Centro Educativo y Cultural del Estado Gómez Morín, con instalaciones y equipo de última tecnología para la divulgación científica y la investigación.
Imparables.
Superhéroes
En la última semana, en los canales de cable, se ha transmitido repetidamente la película de ciencia ficción La Liga de la Justicia, misma que me chuté una vez más hasta el final, retumbando en mi cabeza algunos diálogos que parecieran definitorios de esta época. Como cualquier otro niño, desde muy pequeño, y antes que cualquier otra inclinación como la música o el futbol, me sentí fascinado por el fantástico, aunque irreal mundo de los superhéroes.
La inaceptable inclinación de la balanza hacia la oscuridad tenía que ser compensada por alguien, ante la incapacidad e insuficiencia de los gobiernos y los cuerpos policiales para contrarrestar los embates de la delincuencia, de los villanos. Así pues, surgía toda clase de personajes de los más diversos orígenes para poner orden en las ciudades, desde los llegados de otros planetas como Krypton, hasta los surgidos de las mismas sociedades, algunos tan profundamente perturbados por sus circunstancias particulares que los hacían sentirse murciélagos, pájaros y hasta arañas. Justicieros que acudían al llamado de auxilio de personas en peligro o a la batiseñal proyectada desde la estación de policía.
Pero crecer nos arrastra paulatinamente a la realidad, a caer en la cuenta de que no existen tales justicieros con capa o sin ella, que las sociedades se las arreglan para sobrevivir aún en las condiciones más profundas de adversidad y sometimiento delincuencial y político, pero que liberarse de la pandilla enquistada en el poder es muy difícil y lleva mucho tiempo, si es que se logra. Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros más son ejemplos de naciones americanas que cayeron en la zona de no retorno hace décadas y que no se ve la manera de que regresen a la democracia ni en el mediano plazo.
México se encuentra ahora en esa encrucijada, y si bien la historia nos obsequió héroes de carne y hueso sin superpoderes, -pero que, no obstante, nos dieron patria-, en la actualidad, y desde casi un siglo, no hay visos del surgimiento de alguno, por lo que el papel de héroe y salvador le corresponderá al ciudadano de a pie. Nadie vendrá de otro planeta ni de otro país a a tomar decisiones por nosotros ni a cambiar nuestra realidad, y para rematar el Chapulín Colorado ya es historia. Es tiempo de los héroes ciudadanos. De los que saben lo que quieren y qué no quieren. De los que ya no se chupan el dedo. De los otros, poco hay que decir.
Le esperamos hoy miércoles a las 9:00 de la noche en la KJeta por el Canal 10 de RTQ en señal abierta y de cable, y por streaming en rtq.mx. También le recordamos que tenemos una cita la próxima semana aquí…para echarnos otro caldito.
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