Albores de una nueva época: Roberto Mendoza

Roberto Mendoza

El inicio de la 66 legislatura y la entrega del sexto informe de gobierno nos da la pauta de cómo termina el gobierno del presidente Obrador, un gobierno de retórica, abierta confrontación y que no sabe cómo decirle y demostrarles a sus adversarios que se deben conformar con lo que ya perdieron y por el momento, algunos años, no podrán retomar.

El domingo fue un día de muchos eventos, primero muy temprano, para ser domingo, miles de estudiantes, maestros de la carrera de derecho y sus familias, de diversas universidades públicas y privadas, tomaron varias calles de la avenida Reforma para protestar por las diversas enmiendas que se harán a la constitución para cambiar al poder judicial, poco más tarde el presidente realizó lo que podría ser su último mitin en donde, sólo, dio a conocer su versión sobre sus seis años de gobierno.

En la cámara de diputados el coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, aplastó los coordinadores de oposición e impuso que el mismo domingo se hiciera una sesión ordinaria para dar publicidad a la reforma judicial y así imponer el primer paso para la aprobación de esta ley, incluso dejó en el aire la idea de buscar sancionar al poder judicial por atreverse a emitir sendos amparos con la intención de detener la discusión.

Un poco más tarde en un momento inédito, antes de los discursos de los diputados de cualquier partido y de la presidenta de la Cámara, la secretaria de gobernación tomó la palabra ¿En calidad de qué? De hecho, era una invitada para presentar ante los diputados el último informe de gobierno, pero se arrobo la facultad de dar un discurso, de prácticamente encabezar un mitin, gritando de manera grosera para entregar dijo: “el sexto informe de gobierno del mejor presidente que ha tenido este país”.

Esto es el final de un gobierno, pero aún no vemos el inicio del próximo, falta un mes y quizá todo pueda cambiar, por el momento hay prisa por darle gusto al presidente, en menos de 20 días ya tendremos una nueva ley que cambie la manera de escoger a los jueces federales que atiendan muchos casos que posiblemente nos atañen a todos, es el inicio de una nueva época en la vida pública, la diferencia sustancial es que la dirigirá una mujer, una madre, una amiga, quizá no todo este perdido.