Por tal, la revalorización de los subproductos agroindustriales contribuye positivamente sobre este tema. Por ejemplo, la industria cervecera utiliza principalmente la cebada para su producción, lo que la convierte posteriormente en un residuo, el bagazo. Este residuo, que comúnmente suele ser utilizado como alimento para ganado, lo podemos “revalorizar”, significa transformarlo para que pueda ser utilizado en otras industrias, si le aplicamos tecnología, lo convertimos en cuero sintético o en un ingrediente alimenticio e incluso en moléculas que pueden ser la base para bioplásticos.