Este año, también nos enseñó el valor de lo esencial: el tiempo y las personas que amamos. En un mundo que parece moverse más rápido cada día, detenernos para escuchar, para compartir un momento de calma o para simplemente estar ahí para alguien más puede marcar una diferencia enorme. Querétaro, con su rica cultura y tradiciones, nos recuerda que no se trata de acumular, sino de cuidar, compartir y construir relaciones que nos den sentido.