Me refería el lunes pasado en este espacio a la película ‘Antes de partir’ (The bucket list), en la que Jack Nicholson y Morgan Freeman interpretan a dos adultos mayores gravemente enfermos, que deciden “pasarla bien” antes de pasar a mejor vida.
Conté también la historia de Leanne Bachop, una mujer neozelandesa fallecida hace cuatro semanas, quien decidió emular a los personajes del referido filme para irse a conocer países exóticos cuando los médicos le informaron que le quedaban pocos meses de vida. El impacto de supartida impactó a muchos, pues fue narrando sus últimos meses en su página de Facebook.
Al leer, ensimismado, las reflexiones del ciberdiario de esta guerrera, me he encontrado con pensamientos esperanzadores, que Leanne se preciaba de citar, pues nunca se declaró derrotada. Escribiópor ejemplo: “Nunca permitas que la espera se convierta en un hábito; vive tus sueños y toma riesgos. La vida sucede hoy”. Y una frase de Charles F. Glassman, un renombrado médico que ella cita, me llamó particularmente la atención: “Por la salud de mi mente, cuerpo y espíritu, elijo caminar con gratitud, no con envidia; con fe y no con preocupaciones; con confianza, no con miedo; con bondad y no con enojo”.
Penny McCauley, una de las amistades más cercanas de Leanne, expresó así sus condolencias: “Lea una vez me dijo ‘De vez en cuando la vida te derribará, pero el AMOR siempre habrá de levantarte’. Gracias por mostrarnos cómo ser agradecidos, modestos, pacientes, valerosos, amorosos y positivos a través de cada uno de los aspectos de tu vida… Has dejado huella en nuestros corazones… ha sido un honor y un privilegio ser tu amiga”.
Por fortuna, en mi investigación para este artículo, también me he encontrado con anécdotas risueñas. Tal es el caso de Máire Godfrey, una irlandesa de 100 años de edad. De acuerdo con el periódico “Irish Times”, al acercarse la longeva mujer a su primer siglo de vida, decidió hacer una lista de cosas que le gustaría hacer.
Con la ayuda de una de sus nietas, puso una página de Facebook, en la que ha ido documentando su propósito. Habla allí de Jim, su esposo, quien falleció poco antes de cumplir los 99 años. Ambos habían sido ávidos golfistas, así que el primer deseo de la lista de Máire fue fácil: conocer en persona a Pádraig Harrington, un legendario jugador de golf y paisano suyo. Cuál no sería la sorpresa de la anciana al verlo llegar un día a su casa. Describió así su experiencia: “Él es de verdad mi ídolo; nos quedamos horas y horas platicando”.
Otros de sus deseos, ya hechos realidad, han sido el de poder sentarse en la silla de una magistrada de la Suprema Corte y aparecer en un programa de la televisión local. Cuando Facebook se enteró de que era una de sus usuarias de más edad, la llevó a conocer sus instalaciones en Dublín.
Y qué decir del caso de Laura Lawson, una joven mujer que para salir de un serio estado depresivo creó una lista de actividades que la pondrían en verdad feliz. Con el paso del tiempo, esta lista llegó ya a trescientas cosas por hacer. “Tenía 23 años – confesó al periódico The Huffington Post – y estaba desperdiciando mi vida. Casi no me reconocía ante el espejo, pues tenía ya casi 100 kilos. Los últimos cinco años me la había pasado bebiendo, comiendo por comer y encerrada en mi cuarto jugando con el Xbox. No era manera de vivir”.
Las primeras acciones de su lista vueltas realidad fueron más bien modestas: visitar determinados lugares y aprender ciertas cosas. Cuatro años después, reveló con orgullo que ya cumplió con la mitad de lo que se había propuesto hacer. Entre ellas, pilotear un avión, saltar en paracaídas y deslizarse por la tirolesa sobre aguas infestadas de cocodrilos. También bajó, por cierto, 20 kilos.
“Cuando tenía 15 años – le reveló al citado medio informativo –, dejé la escuela por mi baja autoestima, pues era víctima de ‘bullying’. Y, a pesar de que me espantaba la idea, [no hace mucho] decidí salir en una obra de teatro. Varias semanas después, actué ante 200 personas y eso me encantó… La lista de cosas por hacer antes de ‘checar tarjeta de salida’ me cambió la vida”.
Si, por cierto, no has visto aún la película al principio mencionada, te invito a que lo hagas. No solo podrás ver en acción a dos excelentes actores, sino que ésta te ayudará a reflexionar sobre aquello que más valoras en tu vida y qué es lo que te inspira a vivir tus sueños.
La próxima semana te contaré otras increíbleshistorias que parten de la filosofía de vida de Napoleón, el conocido cantante coahuilense: vives feliz ahora, nada te llevarás cuando te vayas.
(*) Doctor en Comunicación por la Universidad de Ohio y Máster en Periodismo por la Universidad de Iowa
