Bien lo dijo Eduardo Galeano “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas (opino que grandes), puede cambiar el mundo”.

Todos de alguna manera, obtenemos provecho de la mano infantil, empleada en productos como el algodón, café, tabaco, arroz, cacao, minerales, caña de azúcar, oro, ladrillos, y textiles.

Hace un par de años, Centre for Research on Multinational Corporations (SOMO), de países Bajos, dio a conocer que niños y niñas obtenían un salario aproximado de 0.88 euros al día, trabajaban más de 72 horas sin contrato, y vivían en ciudades o poblaciones, y en pésimas condiciones.

Así mismo los países explotadores como Bangladés, India o Camboya, aportan una quinta parte del PIB a Asia, y se posicionan dentro del mercado textil como punteros mundiales, al igual que muchas compañías británicas, o turcas que algunas de sus prendas son hechas muchas veces por menores refugiados que huyen de la guerra.

Lo anterior contradice la Declaración de los derechos del niño en donde se establece: “…gozaran de protección especial, dispondrán de oportunidades y servicios” o “…que el niño, deberá disfrutar plenamente de juegos y recreaciones”, también se asienta en el principio nueve: “El niño debe ser protegido contra forma de abandono, crueldad y explotación”.

Dicha declaración dice que no deberán de trabajar antes de la edad mínima, ni que el empleo perjudique su educación, y salud, lo que impida su desarrollo, físico, mental o moral. Algo no cuadra, ¿verdad?; efectivamente es texto sin aplicar en muchos países.

Recordemos que la Nueva Agenda Urbana (NAU) está legitimada en brindar un compromiso de desarrollo sostenible. Como el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 (ODS11: Ciudades y comunidades sostenibles), puede ayudar a conseguir que los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. ¿Cómo lograremos el objetivo, con esta explotación?

Como he comentado antes, una ciudad es próspera, cuando la pobreza, marginación y desigualdad es mínima, esto debe incluir a nuestra niñez que tanto ayuda a la economía mundial.