Sergio Arellano/Asesor en Derechos Humanos
@siarellano5
Damas y caballeros, hasta que se hizo presente la oposición. He tratado de mantenerme muy neutral con las acciones del titular del poder ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, no soy de izquierda y tampoco de derecha.
No obstante, últimamente he observado algunas decisiones que a mi gusto, contravienen los derechos humanos. Cuando esto sucede, si planeo entrar al debate por dos razones. No debemos de permitir que tengan lugar las arbitrariedades y segundo, las autoridades tienen el mandato constitucional de promover, respetar, garantizar y proteger los derechos humanos.
Ahora bien, volviendo al inicio de este artículo, considero que por fin tenemos un bando opositor al régimen presidencial, no quiero decir que contravenir es la mejor solución pero si es importante la firmeza en las decisiones que pueden vulnerar derechos fundamentales como el tren maya y la reciente votación de la reforma eléctrica.
Quienes están a favor, invocar la ilicitud que recae en la traición a la patria por no coincidir con su partido político es algo irracional máxime cuando citan a presidentes ejemplares como Lázaro Cárdenas y Benito Juárez. Quienes vivían en un tiempo distinto. La reforma eléctrica que se discutió en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, evidenció que no debemos apostarle a los combustibles fósiles y mucho menos al fortalecimiento de la CFE, cuando ha quedado comprobado el deterioro ambiental y económico en esta materia.
México y el mundo, necesita estar consciente de que el calentamiento global es una realidad. Las inversiones tienen que ir enfocadas a las energías limpias bajo la premisa de no seguir alimentando a las paraestatales que solo inflan el presupuesto, sabedores de que sus líderes son cuestionados por corrupción.
Para esto, sería extraordinario que la oposición se consolide, solo así tendremos una gobernanza representativa y en unos cuantos años, una elección presidencial que tenga más de un candidato.