Inicio
Como a muchos jóvenes al terminar el bachillerato, me encontré en la disyuntiva de elegir el camino de mi etapa profesional. En ese momento la única claridad en mí era mi vocación humanista y social, lo que me dio como resultado dos opciones, literatura o sociología. Pasados ya muchos años, estoy convencida que acerté al incursionar en el mundo de las Letras. Más allá de su especificidad, la literatura ha sido el crisol que ha orientado mi mirada en todas mis actividades.
Con lo dicho, trato de justificar mi gusto por la escritura, poderosa arma para plasmar en palabras todo lo que bulle en mi deseo expresar y compartir con quienes me escuchan o lean. Hoy inicio en este espacio a invitación de AM Querétaro, a quien agradezco la oportunidad de compartir mis reflexiones con sus lectores. ¡Gracias por la invitación!
Elegí llamar Caleidoscopio a este espacio porque me da la libertad para abordar muchos temas que quiero compartir. No está de más decir que un caleidoscopio es un “instrumento que consiste en un tubo con espejos inclinados y cristales de colores en su interior”. Si se mueve el tubo se miran distintas figuras irrepetibles e inimaginables. En esa multiplicación de posibilidades, todo cabe.
Por mi historia, por mi profesión a la literatura, por vocación al servicio y la política, quiero que este espacio sirva para compartir y reflexionar sobre diversa temática en la que quepa desde la política local, nacional o internacional; los derechos humanos, en especial los de las mujeres y grupos en vulnerabilidad; la diversidad y la inclusión; la democracia y la construcción de ciudadanía. Lo cotidiano y lo trascendente que acontezca en Querétaro, en México y en el mundo.
Esta columna tendrá sentido en la medida que provoque la interrelación con quienes se atrevan a leerla. Bienvenida la crítica, el comentario en pro o en contra, las sugerencias, que todo ello enriquecerá y cobrará sentido la escritura.
Fin …de un régimen autoritario en Venezuela (tema inevitable, hoy)
Después de 17 años de régimen chavista, ayer 6 de diciembre, acudieron con la más alta participación, 74.5% de los 19.5 millones de votantes inscritos para elegir las 167 curules de quiénes integrarán la Asamblea Nacional, hasta hoy con mayoría oficialista.
Indudablemente es un hecho relevante lo acontecido ayer en Venezuela, gobernada por el difunto Hugo Chávez, figura emblemática como extraída de la novela de los dictadores latinoamericanos recreados en Yo el Supremo, Conversación en la Catedral, entre otras obras literarias.
Hugo Chávez, autoritario y represor, gobernó con abuso de poder, secuestró las elementales libertades democráticas, provocando escasez de bienes básicos de consumo, alta inflación, acelerada devaluación, recesión económica, etccétera. El resultado es un país en ruinas construido sobre la fantasmas de la “revolución socialista” que cobraron vida en un país rico en recursos y de tradición democrática.
Pero nada es para siempre, años de luchas, excesos y violaciones de los derechos humanos, civiles, políticos y económicos sobre un alto porcentaje de la población venezolana, lograron una acción importante: UNIDAD. Sumaron en la Mesa de Unidad
Democrática a todas las fuerzas opositoras para competir en las elecciones legislativas. Esta alianza obtiene 99 curules frente a 46 del oficialismo de 167 escaños.
Acción sin precedentes para modificar el escenario político y que da una esperanza a la región latinoamericana en su vocación democrática. No será fácil la siguiente etapa cuando se instale la Asamblea Nacional pero sí promisoria. Comienza la reconstrucción de las libertades básicas sociales, civiles y políticas, de la convivencia armónica y en paz de una población que estuvo alimentada, durante muchos años, por el odio, la discordia y la intolerancia.
Hagamos votos para que esta esperanza democrática que ya cristalizó en Argentina, hoy en Venezuela, contagie a toda la Región.
Por: Patricia Espinosa Torres