El Secretario de la Defensa, el General Salvador Cienfuegos Zepeda, en días pasado hizo un declaración que debe poner un ‘hasta aquí’ a las incompetencias y omisiones del actual secretario de Gobierno, el Sr. Osorio, y al presidente de la República, en relación al desgaste del que han sido objeto las Fuerzas Armadas. En su declaración señaló:
Claro que hay un desgaste. Obviamente estamos trabajando en todo el país, a toda hora, en todo momento, en la sierra, en las ciudades; claro que hay un desgaste, somos un Ejército proporcionalmente pequeño; pero, bueno, seguimos trabajando para todos.
La Seguridad Nacional ha estado en una crisis desde hace mas de 10 años, es decir, desde antes de que el expresidente Calderón diera inicio a la guerra en contra de la delincuencia organizada. Pero lo que ha generado una situación que cada día confunde más a la nación es la justificación de que las FFAA estén en las calles y en las carreteras. Es preciso que se explique que no es una opción regresar a las FFAA a los cuarteles debido a que las amenazas que originaron su intervención militar, ahí siguen y además evolucionan.
Es preciso referir que existen fundamentalmente dos tipos de amenazas: las naturales y las que tienen una voluntad detrás. Para enfrentar las naturales el hombre moderno, si hace uso de la tecnología que ha desarrollado, puede conocerles, anticiparlas o al menos lidiar en mejores condiciones en contra de ellas o, en su defecto, estar preparado o en última instancia, reaccionar como ha sucedido con los hechos sucedidos en Guerrero, en Veracruz, en Tamaulipas, en Michoacán, en el Estado de México y otros estados más. Hechos en donde además ha habido infiltrados y traiciones a los operativos de las FFAA. La idea de que existan acciones coordinadas con las agencias civiles lo único que ocasiona, considerando el estado de incompetencia y de corrupción de muchas de ellas, es un riesgo para la única institución que nos queda en estado decoroso, las FFAA. Son ellas, no hay que olvidarlo, las que cuidan de la seguridad nacional.
La naturaleza violenta del ser humano cuando es mal encausada lo lleva agredir a sus semejantes e inclusive a privarlo de la vida con el único propósito de quitársela. El resto de los animales en la naturaleza si llegan a atacar a un semejante es por sobrevivencia o por hambre. Existen evidencias históricas, hasta épicas, de que en la medida en que el hombre decide pelarse con otro, es capaz de todo, y han demostrado que las amenazas basadas en la voluntad de otro evolucionan. Cuando por la razón que usted quiera alguien decide atacar a otro es porque tiene un interés, tiene la intención y tiene los recursos para hacerlo. En cualquier circunstancia, cuando alguien decide atacar a otros puede tener razones legítimas, pero también ilegitimas.
Las nuevas amenazas que enfrenta la nación obligan a las FFAA a tener que combatir en espacios públicos y privados a delincuentes que trafican con drogas ilegales, con armas, con personas y que han armado con la complicidad de funcionarios públicos y de la sociedad civil un verdadero paraíso para el lavado de dinero. Estas son las nuevas amenazas de la globalización que no respetan nacionalidades ni territorios.
Los grupos violentos que se han formado, han evolucionado, se encuentran armados al mismo nivel que cualquier ejército, tienen inteligencia, y no en balde se les denomina delincuencia organizada, por que efectivamente, están organizados. Se mezclan con la sociedad y han sido causa ya de una serie de actos que los han llevado a bloquear de manera frontal la acción de la autoridad y ahora a afectar bienes públicos, atentando la máxima de toda sociedad civil: el orden social.
La problemática que se enfrenta es grave. Cuando hay voluntades que están dispuestas a atacar bienes de la nación y bienes privados, como ha venido sucediendo durante el presente sexenio, aunque no les guste; eso se llama aquí y en China: terrorismo y guerrilla. El que el encargado de la Defensa Nacional exija más elementos, deja una implicación fuerte y delicada: ¿Cómo quieren que las FFAA se hagan cargo del asunto, sino se destinan más recursos para fortalecerlas? Y detrás de ello está la obsesión presidencial de haber intentado formar la fallida gendarmería.
La desunión que prevalece en el tema entre los mexicanos, impulsada y nutrida por líderes de opinión, por políticos y por un montón de ignorantes, se ha convertido en una auténtica amenaza para que prevalezca el orden social y la ética, indispensables para la paz social. ¿Acaso quienes hoy dan órdenes a las FFAA están ciegos? ¿Qué no ven las terribles consecuencias que tuvo el modelo de haber querido negociar, como lo hicieron los antecesores del partido del actual Presidente? Tiempo atrás advertíamos que si el actual régimen se decidiera a hacerlo las consecuencias serían devastadoras.
El hecho de que el General Secretario se pronuncie de esta forma no es ya una advertencia, es la demanda clara de que se dejen de juegos y de querer andar inventando estrategias, que están muy claras. Ojalá que el Sr. Osorio haya puesto atención, porque el mensaje es más profundo y está dirigido directamente a su persona y a su incompetencia.