La claridad en el manejo del dinero público frente a terceros resulta obligatoria para los entes oficiales e incumbe al derecho de aclaración en lo que respecta a todo ciudadano mexicano.

Cuando hablamos de flujo monetario en nuestro país, no podemos desligarnos del papel protagónico que interpreta el Banco de México. Entonces, ¿cómo afecta la transparencia a este tipo de instituciones financieras?

Cabe mencionar que desde la primera lectura al artículo 6º constitucional, empezamos a discernir el impacto de lo que implica el esclarecimiento: “toda la información en posesión de cualquier autoridad, entidad, órgano y organismo de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, órganos autónomos, partidos políticos, fideicomisos y fondos públicos, así como de cualquier persona física, moral o sindicato que reciba y ejerza recursos públicos o realice actos de autoridad en el ámbito federal, estatal y municipal, es pública y sólo podrá ser reservada temporalmente por razones de interés público y seguridad nacional, en los términos que fijen las leyes”.

Complementando lo anterior, el precepto número 28 de nuestra Carta Magna, asume la independencia del Banco Central del aparato gubernamental; ello se consiguió con plenitud en 1994. La evolución con ánimo de cristalizar todo lo que se realiza en este rubro, aunado a la labor que emprende el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), comenzó a partir de que, en el año 2000, se publicaran informes trimestrales sobre la inflación.

En el año 2006, inauguran una plataforma de interacción virtual en la que se resuelven dudas sobre tipo de cambio y tasas de interés. Entrando el 2010, se acuerda por parte de la Junta de Gobierno, dar a conocer a la comunidad sobre las minutas de sus reuniones; por su parte, el Congreso de la Unión puede solicitar audiencia al Gobernador del Banco de México, así como también, la entrega de cualquier documento que se requiera.

Como verá estimado lector, uno de los avances notables en un estado derecho, parte de la sinceridad entre el pueblo y sus representantes en aras de confiar el uno al otro. En cuanto al tema, vamos avanzando.