Querida lectora, la eternidad está en un segundo, un día, en un momento entendemos profundamente algo de nuestra mente. En ese segundo descubrimos lo que había realmente detrás del ese dolor o de ese placer. En la búsqueda de ese segundo está el verdadero viajar, en la búsqueda de ese instante se comparten vivencias en esta columna sabatina. Manda tus historias y ayuda a que haya mucho de esos segundos, haya mucha eternidad.
La colonia Condesa de la Ciudad de México se ha convertido en solo dos décadas en un referente mundial de la industria creativa. Es de las zonas del planeta donde se pueden encontrar más creativos por metro cuadrado. Fotógrafos, pintores, músicos, escritores, programadores, en fin creadores de nuevas realidades. También es una zona con muchos atractivos turísticos, en particular, pero no exclusivamente gastronómicos.
- Judíos divertidos. Estando en un Kibutz en Israel, como única mexicana, todo lo que tenía que ver con América me lo preguntaban. Un día se me acercó un chico muy simpático y me dijo que él era un “judío de la condesa”. No le entendí, pero el pensó que lo estaba “bateando” porque era imposible que no supiera lo que era un “judío de la condesa”. Pero es que, en ese entonces, había salido poco de Querétaro. Hoy sé que lo que me quería decir es que era un tipo bohemio y divertido.
- Fiesta Argentina. Cuando llegue a la colonia Condesa por primera vez, me impresionó el ambiente, en las noches había fiestas privadas por todos lados y no se diga en los “antros” y restaurantes, vaya hasta en la calle. Regresé tantas veces como pude, ahora vivimos en la Condesa y mi esposo es uno de los cientos de argentinos que viven en aqui, al grado que las fiestas que damos, a veces yo soy la única persona de México.
- Originales lugares. Me habían platicado mucho de la colonia Condesa, que la diversidad de bares y “antros” era tanta que parecía fantasía. Siendo alemana lo original me llama mucho la atención, así que lo primero que hice llegando a la Ciudad de México fue ir a la Colonia Condesa, fue impresionante estar en un bar donde había luchadores, en otro donde no había mesas sino camas, y en fin la zona más divertida del mundo, sin duda.