De un recorrido por donde vive o trabaja, después de ver todo el entorno, piense cómo se vería desde el espacio
Liz Durán
Le propongo hacer un ejercicio esta noche. De un recorrido por donde vive o trabaja, después de ver todo el entorno, piense cómo se vería desde el espacio. ¿Cuánta sería la luz emitida? ¿Cuánta intensidad? Es más: ¿cree que sería detectada?
Hace casi una década, los economistas estadounidenses Adam Storeygard, David Weil y Vernon Henderson propusieron la estimación del PIB de zonas o ciudades, basados en el cálculo de luces nocturnas. Su lógica fue que, si hay ingresos en una ciudad, esta consumirá luz, y según cómo se eleve el consumo de luz, se elevaran los ingresos de las familias.
Se llaman luces nocturnas o luminosidad, a la luz que se detecta desde el espacio de las ciudades, y es uno de los métodos que los expertos en desarrollo pueden evaluar sobre proyectos de desarrollo, avances tecnológicos, número de personas, así como el cálculo económico del PIB.
Existen muchas maneras de realizar estos cálculos, desde el sensor infrarrojo VIIRS (Visible Infrared Imaging Radiometer Suite), como con los algoritmos de Dijkstra y Poelman, o datos de población de Landscan. Resultado de estos cálculos en 2015, sobre 63 mil 89 ciudades.
Las ciudades que más emitieron luminosidad o luces nocturnas en orden son Europa Occidental, América del Norte y China, seguidas de América del Sur y México, América Central, el Caribe y el resto del mundo.
Recordemos que, en el éxito de una ciudad, lo económico y la productividad importan, nos guste o no. Esta productividad se determina por la forma de la ciudad (compacta), la habilidad productiva (centros de trabajo y descanso) y el acceso a ella (vialidades).
¿Qué tienen en común, los aspectos antes mencionados? Que “deberían” utilizar luz. Por eso, me parece contradictorio que en una ciudad que quiere ser de progreso, y desarrollo, no se vigile el mantenimiento de las luminarias, o se instalen nuevas en colonias, centros de trabajo, espacios públicos, vialidades para autos, caminos peatonales, o ciclovías que lo requiera. Por lo menos ayudaría a incrementar tranquilidad, paz, seguridad y productividad en las personas.