Con la desaparición del seguro popular hoy más de 60 millones de mexicanos y mexicanas se encuentran el limbo en materia de salud pública
Carlos Olguín
Haciendo coincidir en una “Casualidad”, el periodo vacacional más importante del año con la determinación de parte de la Secretaria de la Función Pública, de que no había problema con la riqueza inexplicada, no inexplicable, en el tema que llevo sin duda al poder a MORENA, de la mano de Andrés Manuel López Obrador, esto es, la corrupción, frente a lo que pudo ser su decisión más importante en materia de combate a este tema, que tanto ha lastimado a nuestro país, y dejar muestra como lo dice a diario de que no es igual que los anteriores, con una grave afrenta a la inteligencia de todos y todas los ciudadanos, argumentando que no debía investigarse porque no era su “cónyuge”, sino su pareja sentimental.
Pero eso no debió ser la línea de investigación, los bienes ahí están, más allá de que el propio Bartlett negó su relación con su pareja, para luego reconocer que lleva más 20 años de relación, el punto es que, siendo su cónyuge, su pareja sentimental, su esposa, su novia, con el término que se quiera, no explica el estrepitoso crecimiento patrimonial del funcionario y su pareja, dejando más dudas que respuestas, porque entonces ¿no importa cómo se amaso la fortuna de la familia?, ¿no importa si es producto de la corrupción, por el hecho de que legalmente no cohabitan?
El propio AMLO en el año de 1995 en su libro “Entre la historia y la esperanza”, en un capitulo denominado “El imperio de la corrupción”, acusó que en entre los años 70-76, Bartlett hizo tráfico de influencias para urbanizar terrenos heredados por su padre en Tabasco, y hacer negocios multimillonarios con el gobernador en turno, pero ahora se deja atrás toda la evidencia de más de 800 millones de pesos en patrimonio y un complejo empresarial compuesto por al menos 7 empresas, por un tecnicismo jurídico.
Lo que queda claro es que existe ahora una nueva “mafia del poder”, que son los cercanos al presidente en turno, y nosotros tenemos que aceptar que quienes rodean al presidente no son corruptos por ese solo hecho, marcando esto un antes y un después en el discurso de la lucha contra la corrupción.
Dentro de las perspectivas para 2020, tenemos que con la desaparición del seguro popular hoy más de 60 millones de mexicanos y mexicanas se encuentran el limbo en materia de salud pública, pues se desaparece una institución para crear el INSABI, que bien a bien no se sabe cómo va a funcionar, lo cierto es que hoy hay demasiada gente que se queda sin medicamentos sin cobertura médica, en materia económica, parece que la firma del T-MEC, podrá ayudar un poco, aunque sin grandes esperanzas de crecimiento más allá del 1%, que es por decir lo menos, mediocre, y en lo que parece ser el tema más relevante como lo es la seguridad, el terreno pinta pantanoso, siendo que los especialistas de la materia no dan esperanza alguna de que pueda mejorar para este año. Ojala que se equivoquen y podamos vivir con calma.