Una cultura forjada hizo del trabajo y las buenas noticias dos constantes en el andar histórico de Querétaro
Hugo Cabrera
En Querétaro nos hemos acostumbrado al liderazgo; una cultura forjada por muchas generaciones hizo del trabajo y las buenas noticias dos constantes en el andar histórico de este estado. Aquí no nos gusta comparamos con otros estados, nos gusta compararnos con nosotros mismos para saber si caminos en el rumbo adecuado y a la velocidad correcta.
Para seguir en la construcción de ese estado que anhelamos, los triunfalismos exacerbados, así como la falta de autocrítica para reconocer los grandes pendientes, son dos errores que no podemos permitirnos como sociedad.
La actitud abierta y plural que caracteriza a nuestra entidad, tanto en materia social como económica, nos llevó a crecer económicamente a niveles muy superiores a la media nacional e incluso comparables con el crecimiento de países de primer mundo; liderazgo en materia económica que hoy se ha perdido.
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Previo a este complejo 2020, la economía en Querétaro ya mostraba una preocupante y clara desaceleración, lejos del 6.3 por ciento que creció Querétaro en 2010, o el 8 por ciento que se logró en 2014, para el 2018 crecimos únicamente 3 puntos porcentuales, un buen desempeño si lo comparamos con el .3 por ciento obtenido en 2019, previo a la pandemia; para el 2020 se prevé una fuerte disminución de la economía, aunque se considera que la entrada en vigor del TMEC podría ser un aliciente para la economía local y regional, no sería lo suficiente para lograr una recuperación económica por los efectos del crisis sanitaria, incluso en el 2021.
Para poner en contexto lo antes expuesto, el crecimiento económico del año pasado (2019) fue el peor obtenido desde el 2009, posterior a la crisis económica mundial.
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Coincidimos con quienes apuntan que el PIB (producto interno bruto) no debe ser el único indicador considerado al momento de evaluar el correcto actuar de un gobierno o país en materia económica y social, sin embargo sigue siendo relevante, necesario e ilustrativo, útil no sólo para evaluar el pasado sino para planear políticas a futuro.
No basta con echar a andar una maquinaria propagandística para exaltar lo mucho que nos enorgullece vivir aquí, reconocer lo que se ha dejado de hacer bien es necesario para recomponer el rumbo en un estado cada vez más retador por su dinamismo.