Lionel Messi es un hombre que nació en el Barcelona, creció en este equipo, disfrutó las mieles de los campeonatos, 34 títulos y hoy, prácticamente está firmando su jubilación con los blaugranas.
Autor: Iván Torres/Columnista. Periodista e investigador deportivo. Autor del libro ‘Estadio Corregidora, 25 años de historia’.
Lionel Messi es un hombre que nació en el Barcelona, creció en este equipo, disfrutó las mieles de los campeonatos, 34 títulos y hoy, prácticamente está firmando su jubilación con los blaugranas. Nadie se imagina la posibilidad de verlo con otro uniforme porque prácticamente lo tiene tatuado en la piel. Pero no sólo eso.
Messi, tiene tatuado los valores del equipo, el respeto a los colores, a la gente que operativamente lo hizo crecer dentro del club desde su llegada a “La Masia”, el patrimonio de fuerzas básicas donde se le da la bienvenida y se trabaja cada jugador que tiene talento para debutar en el Barcelona.
Ese centro de formación en la ciudad Joan Gamper, que vio a Iniesta, Xavi, Villa, Piqué, Puyol y muchos más, sirve para entender cómo se incorpora un estilo de juego, cuál es el respeto al aficionado, a los compañeros y los directores técnicos. Aquel excelso trabajo de fuerzas básicas que hizo historia en la época Messi, después del legado de Ronaldinho, fue tirado a la basura por el todavía y actual presidente del club, Josep Maria Bartomeu.
El presidente número 40 del Barcelona, quien llegó al máximo puesto en 2015, se dio a la tarea de destruir el equilibrio entre el trabajo de las fuerzas básicas en “La Masia”, y el reclutamiento del talento internacional de manera consciente, y más bien se tiró a “billetazos” en el mercado mundial.
Las decisiones en los últimos 4 años no han sido buenas. Bartomeu utilizó más de 477 millones de Euros, para comprar a jugadores como Nelson Semedo (40 mde), Antoine Griezmann (128 mde), Ousmane Dembelé (138 mde), el portero Murara “Neto” (26 mde) y le comento que en 2018 invirtió para comprar a Philippe Coutinho por 145 millones de euros, para después prestarlo al Bayern Munich por tan sólo 8.5 mde.
Casualmente, el brasileño les anotó los últimos dos goles de aquella noche trágica del 8-2 ante los alemanes en la “Champions League”. Las compras no se reflejaron en títulos, al contrario, perdieron tres veces la máximo torneo continental, la Liga y la Copa del Rey. Sólo dos canteranos, Ansu Fati y Puig, es en lo único que se ha rescatado de “La Masia”. Messi, Piqué y compañía han cuestionado severamente el haber invertido tanto dinero y nada en fuerzas básicas, tal como se hacía antes. Por eso se va Messi y compañía. El cambio de aires, me parece justo.