Sergio Arellano/Asesor en Derechos Humanos
@siarellano5
María de la Luz Lima Malvido es una abogada mexicana de alto prestigio que ha logrado establecer dentro del derecho penal, un rubro de estudio dedicado a la victimología.
En una interesante charla, nos comentaba que el rol de la “víctima” que ha sido adoptado por las autoridades que participan en la procuración de justicia, tiende a una reparación del daño a través de incentivos económicos. En muchas ocasiones, atento a lo que comenta la Dra. Lima, el estado mexicano es quien se apropia de dichas reparaciones, siendo un gasto insostenible para las comisiones de atención a víctimas en virtud de que los victimarios se declaran en un estado de insolvencia. Aunado a lo anterior, si nos vamos al origen, las investigaciones han sido ineficientes y continúan revictimizando a quienes solicitan el apoyo de las fiscalías, partiendo de una realidad adversa en donde los delitos se cometen con mayor fineza.
Entre sus apuntes, hacía mención de que internacionalmente, nos reconocen como un país innovador para efectuar la comisión de actos delictivos. Los grupos delincuenciales, han evolucionado del tráfico de personas a la venta ilícita de madera situada en áreas protegidas. Como verá, estimada o estimado lector, la forma de cometer delitos por parte de victimarios; las víctimas y su impacto en el entorno social, deberían de formar parte de la agenda pública con un enfoque integral fuera de todo asistencialismo.
Es cierto que el Congreso de la Unión, legisló sobre la atención a víctimas, sin embargo, acorde a la victimóloga, cuenta con muchas deficiencias que fueron señaladas desde la exposición de motivos. Para concluir, valdría la pena referir que nuestro país, vive una situación de seguridad fuera de proporciones y la comunidad no cuenta con los protocolos de actuación ante la existencia de un delito.
Por ejemplo, tratándose de una escuela en donde acceden personas armadas, el profesorado y el alumnado, no conocen la ruta de acción. De antemano, la institución debió de gestionar un espacio de seguridad para ese supuesto, colocar un botón de emergencia para tener contacto con la policía, entre otras recomendaciones. En conclusión, esta plática que ahora les comparto, corrobora los retos en materia de seguridad y victimología. ¿Qué más agregarían?