Roberto Mendoza
Luego de 300 años de ser una colonia gobernada por una monarquía, los mexicanos aún no superamos en tiempo al periodo en que fuimos gobernados bajo la corona, somos una nación joven con apenas un poco más de 100 años de paz duradera. Un poco después del segundo centenario de nuestra independencia, escogimos como gobernante a quien innumerables veces se calificó a sí mismo como un demócrata y liberal. La figura presidencial no es un cargo que contenga en símismo todo el poder en el país, el artículo 49 de la constitución, asegura: “El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. No podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona…” Estrictamente hablando, el poder en México está dividido entre 640 personas. Pero gracias a las elecciones democráticas, elpoder en el país nos pertenece a nosotros, a cada uno de los mexicanos.
La función estricta del presidente es la de ejecutar el presupuesto de la nación, que es aprobado por el poder legislativo, luego administrarlo de la mejor manera, representarnos ante otras naciones y ser comandante de las fuerzas armadas y nada más.No tiene funciones políticas en el ejercicio de sus funciones, de manera extraordinaria pero no legal, el presidente tiene poder político -de facto- porque además del dinero presupuestal están bajo su mando las fuerzas armadas. En sus atribuciones el presidente, es de suponerse, tiene muchísimo trabajo, por eso designa a un equipo de personas que le ayudan, llamadas secretarios, estos se encargan de auxiliarlo para que se gaste y se administre el presupuesto, estos tampoco tienen funciones políticas, pues son auxiliares administrativos, si algún secretario se ostenta con poder político está asumiendo funciones que legalmente no le son propias.
En estos años, los gobernantes han tomado de manera ilegal y extraordinaria el poder administrativo para ejercer un poder político, esto ha sido una de las causas del porque no se ha distribuido de manera equitativa el dinero que todos aportamos para la nación y una de las consecuencias más graves es que hay muchos mexicanos pobres, algunos de estos ciudadanos ven al presidente como una figura de supremacía, cuando en realidad no es así, sólo es un administrador, el presidente no entrega dinero, ni soluciona por sí mismo, ni por su voluntad ningún problema, lo canaliza a través de las instituciones que el país ha creado, el presidente no es un rey, ni su palabra es ley. Es necesario se eficientice el esquema administrativo para que todos recibamos soluciones prontas a través de las instituciones.
De esta manera el presidente no es un monarca, es un engrane, importante si, del sistema nacional, es un ciudadano normal, como cualquiera de nosotros, a él no se le rinden honores y así lo marca la ley, es al escudo, la bandera y el himno nacional, porque son símbolos permanentes que le dan sentido a nuestra patria, el presidente no es permanente. Sí es una figura de respeto, pero no más.
En ese sentido, aquí en Querétaro, como en cualquier otro lugar del país, no es obligatorio levantarse cuando llega el presidente a algún recinto, ni cantarle el himno cada vez que termina un acto, el presidente es otro mexicano más, tiene un mandato muy importante, pero puede ser removido o sustituido en cualquier momento, no lo perdamos de vista, no es un pequeño rey, ni un dictador en el sentido romano, no tiene la preparación, ni lo méritos para serlo; además nos ha demostrado que es un pésimoadministrador y un mal servidor público que no entiende de finanzas. En los hechos, el actual presidente, es una muy buena lección para nosotros el pueblo, a tomar en cuenta al votar la próxima vez, revisemos con más cuidado, el carácter, comportamiento y las motivaciones personales de un candidato antes de escogerlo para tan importante labor administrativa.