Fernando Islas
La unanimidad en la decisión que fue tomada por el jurado que participó en el juicio de Genaro García Luna, es precisa en sus señalamientos de conspiración para la distribución internacional de cocaína, posesión e importación de la misma, delincuencia organizada y falsedad de declaración. Este hecho ha de haber generado un frío de esos que recorren la espalda de aquellos que escuchan los pasos de la justicia, cada vez más cerca de los suyos, y es que más allá de afinidades partidistas, es imposible que el ex presidente Felipe Calderón no estuviera al tanto de lo que hacía y dejaba de hacer su hombre de confianza, el protagonista de lo que ellos llamaron guerra contra el narco.
Es cuestión de tiempo para que el ahora residente español sea llamado a rendir cuentas por haber sumergido al país entero en un baño de sangre, siempre actuando de manera coordinada con el crimen organizado, siendo indolente e indiferente a la barbarie que obligó a vivir al pueblo mexicano. El otro blanquiazul que seguro está inquieto es el legislador Creel, quien hace poco daba un discurso realizado desde la demogogia pura en tierras queretanos, y es que no hay que olvidar que durante el sexenio Foxista, Creel era Secretario de Gobierno, por lo que con seguridad tenía certeza de los movimientos que realizaba el entonces titular de la Policía Federal Preventiva.
Ya lo hemos comentado anteriormente en este espacio, la justicia es lenta pero implacable y ahora el reloj corre en contra de quien para muchos es el principal culpable de la ola de violencia que azota al país desde hace 2 sexenios. Seguro Calderón estará buscando un sitio cómodo en el centro de Madrid, para esperar la notificación que indique que es su turno en el banquillo.