Yamile David
Hemos hablado de la importancia de entender y sostener la democracia. Entenderla para practicarla, para tomar como sociedad la responsabilidad que nos toca y sostenerla para asegurar la libertad que otorga.
“La democracia es considerada como una forma de gobierno justa y conveniente para vivir en armonía. En una democracia ideal la participación de la ciudadanía es el factor que materializa los cambios, por lo que es necesario que entre gobernantes y ciudadanos establezcan un diálogo para alcanzar objetivos comunes”. Fuente INAFED.
Una sociedad participativa es la clave y formas de participar hay muchas -entre ellas- el activismo.
Se llama activismo a la actividad social o proselitista que desarrolla un individuo o un conjunto de personas. El activismo se concreta en la vida pública y apunta a lograr algún cambio en la sociedad.
El activista defiende y promueve una causa y lo expresa con el objetivo de propiciar que las autoridades o los responsables de la toma de decisiones actúen en sintonía para buscar soluciones.
Siempre lo he dicho, causas hay muchas y todas válidas y respetables. Si cada uno de nosotros arropara una e invirtiera tiempo en ello, el mundo tendría cambios más rápidos y significativos.
No, no es perder el tiempo. No es esfuerzo perdido. Gracias al trabajo que realizan miles de activistas en el mundo, se han logrado avances importantes. Ejemplos hay muchos, en México: “La ley Olimpia”, el derecho al aborto, aumentar sanciones por violencia de género, matrimonio igualitario entre muchas otras.
Te invito a conocer más de mi trabajo como activista: www.ocq.mx
¿Qué cambio te gustaría ver en tu entorno, en tu país, en el mundo? La solución está en ti, ¡actúa!