Enrique Álvarez
El pasado domingo 9 de Julio debía de jugarse el primer partido como local de Club Querétaro en el torneo Apertura 2023.
Las autoridades de la Liga Mx determinaron que el partido fuera postergado debido al mal estado de la cancha que se encuentra deteriorada principalmente por un concierto que recibió en dos ocasiones publico en la cancha (en dos ocasiones porque también fue reprogramado).
A raíz de la decisión, se hicieron dos buenos chismes sobre las motivaciones reales de la cancelación:
CHISME 1
El América no quiso jugar porque su plantel está mermado. Tiene 3 jugadores en selección y 2 lesionados. 5 jugadores menos que son titulares.
CHISME 2
La portería de Club Querétaro se sentía muy débil al inicio del torneo. Con la lesión de Allison, francamente está endeble. Por ello corrió el rumor que Gallos ni las manos metió ante la cancelación del juego.
Nunca tendremos certeza si algún chisme (o los dos) sean verídicos. Lo que si es un hecho es que la administración de la cancha del Estadio Corregidora es una vergüenza.
Y esto no se soluciona cancelando conciertos. La dinámica de los inmuebles nos indica que el estadio debe de volverse un recinto multiusos. Esto se resuelve preparando la cancha para tener un uso más pesado y colocando protección adecuada y suficiente para la cancha durante los conciertos.
En muchos aspectos del deporte se habla de la profesionalización, y eso es lo que estoy señalando: La administración de la cancha del Estadio Corregidora debe de profesionalizarse. No se trata como se mantiene un jardín residencial. Requiere un tratamiento especial que le permitirá resistir los eventos masivos y ser adecuado para la práctica del futbol.
Los conciertos no se detendrán. Es necesario que el estadio sea rentable. ¿Qué van a hacer con la cancha?