Francisco Pájaro Anaya
En plena avenida Juárez, en el corazón de la ciudad y con el antecedente del Camino Real de Tierra Adentro se encuentra frente al edificio denominado ‘El Portal del Diezmo’ y a las afueras del Templo del Señor del Sacromonte, el llamado ‘Jardín de la Familia’.
Si bien es cierto, el nombre correcto de este espacio es el de ‘Plazuela del Señor del Sacromonte’ en razón del templo que se encuentra en ese lugar, desde el año de 1994, se le ha denominado como ‘Jardín de la Familia’, derivado del monumento de mármol que se ubica en esa plaza y que fue inaugurado por el entonces presidente municipal de San Juan del Río, Salvador Olvera Pérez, en el marco del ‘Año internacional de la Familia’, que fue decretado en su momento por la Organización de las Naciones Unidas.
Frente a este jardín, también se encuentran las antiguas casas consistoriales que se convirtieron posteriormente en cárcel municipal y más recientemente en biblioteca pública, en sede del Archivo Histórico Municipal y en una sala museográfica, denominando a todo el conjunto como ‘Centro Histórico y Cultural’.
Este jardín tiene su origen con el Templo del Señor del Sacromonte, el cual fue consagrado el día 20 de noviembre de 1831, siendo construido en un espacio donado por el ayuntamiento de la ciudad. A este jardín, llegaba el agua potable que venía desde la presa de ‘Lomo de Toro’, por medio de un pequeño acueducto que llegaba a este lugar y una caja receptora que distribuía el vital líquido a la ciudad. En este mismo jardín, se ubicó, en los años sesenta, el monumento a Benito Juárez, el cual fue donado por el ayuntamiento de Querétaro a esta ciudad después de la construcción del monumento del Cerro de las Campanas.
Por mucho tiempo, en este espacio, se estacionaban las diversas líneas de trasporte de pasajeros a su llegada a San Juan del Río, convirtiéndose literalmente en una central de autobuses, derivado de que, por la ciudad, pasaba la ‘Carretera Panamericana’ antes de la construcción de la autopista 57.
Existieron también, por mucho tiempo, dos monumentos a la bandera, uno de ellos forrado con mosaicos con los colores patrios y otro, hecho solamente con cantera. Ambos desaparecieron con el trascurso del tiempo. Como anécdota, es de mencionar que el jardín era embellecido con amapolas, como una planta decorativa por mucho tiempo, situación que desapareció cuando a dicha planta, se le dio un uso inadecuado.
En esta plaza, también se ubica una de las fuentes de agua más hermosas de la ciudad y una fuente danzarina que esperamos sea puesta a funcionar nuevamente para atractivo de los sanjuanenses.
MT