El pasado día 12 de octubre, día en que se conmemoran varios acontecimientos de importancia histórica, como el descubrimiento de América, la Coronación de la Virgen de Guadalupe en su sagrado original del Tepeyac y muchos otros dignos de tenerlos presentes, se bendijeron las obras de restauración y de mantenimiento del órgano tubular que se encuentra en el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe, órgano que es el único en su tipo en la ciudad y que por ende, es parte del gran patrimonio cultural de los sanjuanenses.
El órgano, según la placa que tiene colocada cerca de su teclado, data del año de 1906, fue fabricado en Alemania por la prestigiada casa E.F. Walcker & Co., quien elaboró muchos de los órganos que actualmente se encuentran en el país, sobre todo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Este órgano junto con algunos de la ciudad de Santiago de Querétaro, de Soriano y del Pueblito, corresponden a la misma temporada y a la misma casa organera que los fabricó.
Los órganos son instrumentos de gran riqueza en la integración del devenir humano y sus procesos culturales asociados, ya que ofrecen múltiples aristas desde las que se tiene que conocer. El Concilio Vaticano II en su constitución Sacrosanctum Concilium, en su artículo 120, hace referencia a este gran instrumento de la siguiente manera: “Téngase en gran estima en la Iglesia latina el órgano de tubos, como instrumento musical tradicional, cuyo sonido puede aportar un esplendor notable a las ceremonias eclesiásticas y levantar poderosamente las almas hacia Dios y hacia las realidades celestiales.”
El órgano del Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe es un gran tesoro para los sanjuanenses, seguramente la propuesta de instalarlo se pensó en los arreglos que tuvo el mencionado templo en la época del párroco Esteban García Rebollo allá por 1877, que culminaron con la actual decoración neoclásica. Sin embargo, el párroco que lo llevó a su termino fue el padre J. Trinidad Cervantes, quien fue párroco en los primeros años del siglo XX.
En este órgano hemos escuchado a grandes maestros, entre los que podemos destacar a Julián Zúñiga, quien fue compositor y organista de la Basílica de Guadalupe, a Eduardo Loarca, a Guillermo Sánchez, a Felipe Ramírez quien fuera organista por muchos años de la Catedral Metropolitana de México, a Aurelio Olvera, a Felipe de las Casas y mas recientemente a los maestros José Francisco Álvarez con quien se ha grabado un disco con música interpretada en este gran instrumento y al maestro Juan Carlos Malagón.
Mi reconocimiento al padre Jorge Hernández Nieto, actual párroco de San Juan Bautista por su empeño en realizar esta digna obra de restauración y el recuerdo permanente al padre Guillermo Muñiz Vargas, quien fue quien rescato del olvido con múltiples conciertos, este gran instrumento del cual nos sentimos orgullosos los sanjuanenses.
MT