Una crítica constante, se centra en las y los legisladores queretanos en virtud de que han participado activamente en eventos políticos y sociales, descuidando sus funciones reales en la Legislatura del Estado de Querétaro.
No es una sorpresa que se están moviendo los hilos con fines electorales, no obstante, los han manipulado con errores.
Recientemente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, invalidó en su totalidad, el decreto por el que se reformaron y adicionaron diversas disposiciones de la Ley Electoral del Estado de Querétaro, entre los puntos importantes, los diputados y diputadas de Querétaro, aprobaron: la incorporación del término: “calumnia”, y se modificaron los conceptos de “candidato”, “consejeros electorales”, “Consejero Presidente”, “diputaciones de mayoría”, “diputaciones de representación proporcional”, “elección consecutiva” y “violencia política” con una perspectiva incluyente.
De igual manera, establecieron que únicamente se podrán suspender o limitar derechos o prerrogativas político-electorales mediante sanciones administrativas o judiciales.
En adhesión, asentaron como requisito para ser postulada o postulado a un cargo de elección popular no haber sido condenado por sentencia firme por delito de violencia política contra las mujeres en razón de género; en complemento, incorporaron como causales de inelegibilidad diversas conductas como: a) violencia familiar y/o doméstica, o cualquier agresión de género en el ámbito privado o público; b) delitos sexuales, contra la libertad sexual o la intimidad corporal y, c) deudor alimentista.
Al respecto, el alto tribunal mexicano, estableció que el proceso legislativo queretano, gozó de irregularidades técnicas al elaborar el dictamen, incumplieron los plazos legales, al tiempo de que existen discrepancias entre lo discutido y lo aprobado.
En suma, estimada o estimado lector, estamos presenciando un revés, amen de que más allá de la bondad de las propuestas, los procedimientos tienen que ser rigurosos y precisos. Basta de representantes dispersos que solo ocupan espacios sin vocación.
Sergio Arellano
- Asesor en Derechos Humanos
- @siarellano5