Miguel Flores//Lo bueno, lo malo y lo peor
LO BUENO
Las autoridades estatales están conscientes de la situación de inseguridad que impera en el país y que ha elevado las cifras criminales a niveles nunca antes vistos. El Gobierno estatal ha hecho parte de su trabajo con una inversión histórica en equipamiento y tecnología para reforzar a las corporaciones del estado. Las capacidades de la policía aún no son suficientes para atender la demanda creciente de una población que crece día con día, pero sí cuenta con la preparación para actuar e impedir que haya impunidad. Se actúa y se reacciona para realizar detenciones que garanticen la aplicación del estado de derecho. Todo esto ha abonado a que, en las estadísticas, Querétaro tenga buenas calificaciones en percepción de seguridad.
LO MALO
La realidad no hace caso a estadísticas. Pese a los niveles positivos que permiten concluir que los queretanos se sienten seguros viviendo en este estado; hay hechos que rompen con los promedios y generan mucha incertidumbre. Como la ola de asaltos de este fin de semana (tres asaltos consecutivos en restaurantes este domingo) que no son la cotidianeidad de Querétaro pero que pusieron a prueba la capacidad de reacción de las corporaciones policiales, la aptitud de las autoridades judiciales y los programas preventivos de los uniformados. Hay que estar preparado para inhibir estos actos, y en su caso perseguir y castigar a los responsables de romper el clima de paz de Querétaro.
LO PEOR
‘Querétaro no es ajeno a la inseguridad que se vive en el país’, es una declaración recurrente de las autoridades, casi como justificación a los hechos delictivos o violentos que rompen con la estadística de seguridad. Pero no debe ser consuelo el mantener un comparativo con las crisis de otras entidades y aliviarnos porque “allá están peor”. La reflexión sobre las tareas que se han hecho mal, las omisiones a los protocolos de prevención, la incapacidad de reacción, la tardía respuesta e incluso el descuido de vigilancia debe ser crítica y objetiva.