Los primeros sacramentos los recibió en el templo parroquial de San Juan Bautista de esta ciudad, ahora convertido en Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe; fue enviado a la Ciudad de México (capital del Virreinato de la Nueva España) y, ahí, realizó sus estudios en el colegio de Santa María Omnium Sanctorum (de todos los santos), en donde, además de haber realizado los estudios obligatorios, cursó como materias especiales: Derecho Canónico, Derecho Civil y otras áreas relacionadas con el Derecho, logrando ser catedrático de la Real y Pontífica Universidad de México por un período de 24 años, obteniendo, en el mismo lugar, el doctorado en sagrados cánones. Fue abogado de la Real Audiencia.