Existe un deliberado debate entre los que ejercemos el derecho y que responde a la colegiación obligatoria del gremio. Ello implica, el formar parte de una asociación de juristas que están en constante discusión de los temas actuales, ofreciendo capacitación a sus miembros e incluso promoviendo el servicio social en casos particulares. Se puede ejemplificar el último punto, con lo que lleva a cabo la Barra Mexicana Colegio de Abogados, al brindar asesoría jurídica gratuita a los familiares del Colegio Rébsamen de la Ciudad de México, tras lo ocurrido en el sismo del 19 de septiembre; lo anterior con el ánimo de prestar un servicio integral al cliente que lo requiera, con la garantía de que las cosas se harán con responsabilidad y sentido social. El formar parte de un colegio, implica conducirse con una serie de valores y principios inherentes a la abogacía. Por tanto, se busca construir un lazo de confianza hacia quienes representamos; se trata de ser los mejores en la práctica, aprendiendo desde la actualización y con el mayor compromiso, plasmado dentro de un código de ética profesional. Los abogados en el ejercicio de su profesión, tienen el más alto nivel responsabilidad, ya que está en juego el patrimonio, la libertad o el respeto a los derechos fundamentales de cualquier persona. El contenido de la colegiación ha sido ampliamente discutido en base a lo dispuesto por el artículo noveno de nuestra Carta Magna, el cual establece la libre asociación siempre y cuando el objeto sea lícito. ¿Sería violatorio a derechos humanos establecer la restricción para las futuras generaciones de abogados? En oposición, sabemos que la colegiación obligatoria puede establecer limitantes a la libre asociación, sin embargo, es válido, si se busca un mayor beneficio para la sociedad en cuanto a la protección de sus derechos y sobretodo, evitar que en la práctica existan “licenciados en derecho” con la menor preparación y pongan en riesgo la situación jurídica de los ciudadanos. ¿Cuál es la obligación moral de formar parte de un colegio? Brindar certeza profesional. Por tal motivo, finiquita de la siguiente manera el poeta romano Juvenal: “La integridad del hombre se mide por su conducta, no por sus profesiones”.