La semana pasada se llevó a cabo la audiencia pública sobre el caso Selvas contra el Estado Mexicano en la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) en San José, Costa Rica. Dicha sesión trató sobre la situación jurídica de 11 víctimas del sexo femenino que resultaron afectadas tras lo sucedido en Atenco 2006; ya que en los tribunales de México no se les dio respuesta a sus necesidades y la reparación del daño no era lo óptimo; en el desarrollo del caso en la CIDH, se demostró que tristemente se violaron una infinidad de derechos humanos por parte de elementos policiacos de diferentes instancias, perpetraron una serie de delitos tales como: violación, tortura y violencia. La policía resulta el sector menos confiable en la procuración de justicia. Tuve la oportunidad de presenciar la citada audiencia y un mensaje quedo más que claro. México tiene un grave problema en igualdad de género, las mujeres fueron las más dañadas en lo sucedido en el Estado de México. Es un hecho que la comunidad internacional reconoce la belleza de nuestro país, su biodiversidad, gastronomía, sus culturas y tradiciones; pero también reconocen el fracaso de la clase política al no ser sensible con su población. Lo pude notar por las expresiones faciales de los jueces, mentes brillantes como Eugenio Zaffaroni, cuando las declarantes exponían a los asistentes las múltiples atrocidades cometidas por los elementos de seguridad en un operativo y posteriormente exhibieron la ineficacia de los jueces y sus defensores durante el proceso. Es un círculo vicioso. Las víctimas eran reporteras, activistas sociales, estudiantes, ¿a qué punto ha llegado el estado? Por defender una causa social, se monta un operativo y resultan agraviados un grupo de individuos en su integridad física y psicológica. No es justo que nos demos a conocer por esta clase de hechos y no resulta congruente. En los próximos meses conoceremos la resolución de este alto tribunal en materia de derechos humanos, seguramente se condenará al Estado Mexicano, la pregunta es, ¿el gobierno mexicano lo acatará?