La semana pasada les compartí el artículo ‘Paisano, bienvenido. México es tu casa’, en donde les platicaba mi inquietud acerca de la llegada prematura de los paisanos a México. Uno de nuestros lectores me compartió unas líneas al tiempo que me invitó a conocer el mundo del migrante, y de verdad me quedé con la piel chinita y el nudo en la garganta.
Me platicó la historia de su vida y el contacto que tenía con otras historias de paisanos que vivían en Estados Unidos. Comprobé que no estaba tan equivocada y que cuando el río suena es que agua lleva.
Su relato comenzó de la siguiente manera: “Acabo de regresar de un viaje de 19 horas por carretera desde Dallas a Querétaro. Soy mexicano, tengo dos hermanas que, desgraciadamente, tuvieron que emigrar a un país que no era el suyo, y digo desgraciadamente porque no tienen un año, o dos… o cinco que no han regresado a su país… Si la memoria no me falla, tienen al menos 15 años que no han regresado. Se fueron como la mayoría: por necesidad y sin papeles”. Así comenzó el mail que me envió José.
“En todos estos años que he estado viajando a Estados Unidos y conviviendo con nuestros paisanos del otro lado de la frontera, me doy cuenta que el famoso sueño americano ya no lo es. Percibo que la vida para los que trabajan en el submundo de papeles falsos e inseguridad social, poco a poco han perdido espacios, y han obligado a muchos a regresar a su país si es que antes no los detienen o deportan sin nada en las manos, ni siquiera su familia”.
José me siguió comentando: “Estando en Dallas veía un noticiario local en donde ya los dueños de departamentos no renovaban contratos de arrendamiento a la gente sin papeles. Mi hermana también me platicaba que poco a poco les han cerrado las puertas incluso para renovar su licencia de conducir, esto en el estado de Texas, uno de los pocos en los que todavía se puede andar con algo de libertad, ¿se imagina usted? ¿Cómo será en otros estados como Georgia que te pueden detener por la simple apariencia?”
Me comentó José, que en uno de sus viajes le tocó coincidir con una familia que era de Jalpan, venían por carretera desde California hasta Laredo. Traían consigo toda su vida en una camioneta y en un remolque. Venían los papás, una hija adolescente y un hijo pequeño. Les preguntó ¿por qué se regresaban?, a lo que le dijo el papá: “Para nosotros, los que no tenemos papeles, las oportunidades se nos acabaron, y antes de que nos deporten y den a nuestros hijos en adopción preferimos regresar y empezar de nuevo, aquí traemos todo lo de valor que tenemos y preferimos estar unidos en nuestra tierra.
Y lo más impactante aún no me lo compartía, José continuo: “En mi viaje que acabo de realizar también me tocó ver camionetas llenas de maletas con gente que regresaba a alguna fiesta patronal de su pueblo, se regresaban del país que les ha dado la oportunidad de mantenerse, otros venían a iniciar una nueva vida. -¡Y es cierto lo que comenta!.
“Durante mi viaje de Laredo a Querétaro, iba acompañado de una camioneta americana con familia y repleta de maletas, a ellos en todo retén les detenían y revisaban ¿Mordidas? ¿Multas? Téngalo por seguro que sí”.
A las preguntas que comentaba en el artículo anterior llegaron las respuestas. ¿Qué tenemos que mejorar para que estén a gusto en nuestro país? “Uf, me quedé en blanco y creo el tema da para muchos correos” me respondió José. Quien continuo: “Me quedé pensando en la familia de Jalpan y en cómo será su vida ahora. ¿Habrán encontrado lo que buscaban en su tierra natal? Deseo mucho, que así haya sido. Yo he invitado a mis hermanas a regresarse e iniciar de nuevo en México, y créame que también es un tema con muchas aristas y también de mucha discusión”.
Para finalizar me dijo: “si viera con que gusto nuestros paisanos, saludan a alguien con placas mexicanas, se les nota en los ojos la añoranza por su país, y cuando me regreso, me siento un paisano más, con la camioneta llena de maletas y con la familia, con orgullo porto mis placas mexicanas y siento el gusto que todos deben de sentir al cruzar la frontera para encontrarse con su tierra natal…”.
Gracias José por hacer que México y los mexicanos nos sensibilicemos con nuestros paisanos del otro lado de la frontera.
Estimado/a lector/a, escríbeme me interesa saber tu opinión. Excelente fin de semana
Por: Ely Machado
La autora es Master Coach